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Los obispos denuncian las "sucesivas reformas laborales" que han profundizado la "precariedad laboral"
27.01.15 - Escrito por: Jesús Bastante - Religión Digital
En un documento con motivo del XX aniversario de la publicación del documento "La Pastoral Obrera de toda la Iglesia", el episcopado incide en que "el trabajo humano es medio imprescindible de realización personal de la propia vocación, y reconocimiento de la sagrada dignidad de la persona, varón y mujer".
"Si falta el trabajo la dignidad humana está herida". Los obispos españoles, a a través de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, señalan con crudeza los problemas de la realidad del mundo del trabajo hoy, cuya precariedad se ha ido enquistando "con las sucesivas reformas laborales".
"La realidad del mundo del trabajo -subraya el mensaje- es hoy distinta a la de hace veinte años: se ha precarizado aún más, se ha desvinculado el trabajo de la dignidad del ser humano, se ha despersonalizado". Pese a tener trabajo, "cada vez más, las condiciones del mismo -especialmente las salariales- impiden que trabajar sea un medio para salir de la pobreza y la exclusión social", denuncian los obispos, quienes insisten en que "el trabajo se ha individualizado de tal modo que ha dejado de ser un elemento de construcción social de lo común; para muchas personas pasa a ser un instrumento de individualización egoísta que nos enfrenta a los hermanos, que fragmenta los vínculos sociales, que no crea comunión entre las personas y pueblos, que impide en muchas ocasiones una vida personal, familiar, y social".
"Queremos invitaros de nuevo a recorrer un camino de mirada y misericordia entrañable, que nos lleve a transitar senderos de justicia, en los que sembrar el Evangelio en la vida de los hombres y mujeres del mundo obrero y del trabajo", añade la nota, que quiere hacer llegar a trabajadores y sus familias "nuestra solidaria y fraterna cercanía", en especial "a quienes son víctimas de accidentes laborales y enfermedades profesionales, a quienes han perdido el trabajo sin esperanza de recuperarlo, a quienes lo tienen que realizar en condiciones precarias o injustas, a quienes se ven atrapados en la espiral de la economía sumergida, informal y sin derechos; a los jóvenes a los que se les niega el trabajo y que les lleva a afrontar con desesperanza un futuro laboral cargado de incertidumbre; a las mujeres que se ven tantas veces discriminadas en el trabajo por su propia condición, a los migrantes forzados a abandonar sus familias y hogares en busca de un trabajo que les permita vivir con dignidad".
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