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Las primeras estudiantes de Enseñanza media en el "Aguilar y Eslava"
08.03.24 - Escrito por: Mariana Martos
La gran riqueza documental del archivo histórico de la Fundación de Aguilar y Eslava nos ha permitido realizar una investigación sobre la incorporación de la mujer a los estudios de enseñanza media en dicho instituto.
Para ello, hemos revisado la diferente documentación entre la que destacan los expedientes de los primeros alumnos y alumnas, las actas de claustro o las memorias de curso.
A partir de estas fuentes primarias hemos podido comprobar que la aparición de alumnas es casi inexistente en este periodo, siendo la primera mujer inscrita en el año 1878. Es inevitable destacar que la aparición de la mujer en el Instituto es posterior a la publicación del Artículo 4º del Decreto del 29 de septiembre de 1874 donde se establece que los estudios podrán hacerse en establecimientos públicos, privados o en el hogar doméstico.
De esta forma localizamos en las memorias anuales la figura de la primera mujer en la enseñanza doméstica, Srta. Dolores Arellano y Campos que no acudía a clases presenciales en nuestro instituto. Dolores fue una estudiante destacada y así nos muestra la memoria del curso académico 1878 ? 1879 donde aparece incluida en el cuadro de honor de alumnos sobresalientes. Comprobamos como la enseñanza domestica permitiría que esta maestra de profesión pudiera acceder al Grado de Bachiller (imagen 1) que terminó en 1883 con destacables calificaciones. Adjunto a su expediente encontramos el justificante de recepción del título en la Universidad de Sevilla, por lo que podemos suponer que era desde este lugar donde ella se formaba. Resulta importante destacar que, aunque la inscripción aparezca en nuestro instituto, ella accedió por enseñanza doméstica, únicamente para la realización de pruebas y expedición de certificados como así lo prueban la documentación encontrada en su expediente.
Después de ella aparecen varias alumnas con calificaciones excepcionales, pero seguirían constituyendo una minoría casi invisible, prueba de ello es su inexistente aparición en las Actas de claustro. Además, las pocas inscritas lo hacían en la enseñanza domestica o privada, gracias al Art 4º del Decreto del 29 de septiembre de 1874, que como decíamos anteriormente, regulaba este tipo de enseñanzas. Lo que resulta mas llamativo es que a pesar de ello, todas destacaban por sus excelentes calificaciones y así aparecen en las memorias.
Habría que esperar al 8 de marzo del año 1910, cuando las mujeres podían acceder a la universidad de forma libre, es decir, sin permiso previo al consejo
académico. Así quedaba publicado en la memoria correspondiente al año 1909-1910:
"La R. O. de 8 Marzo (1910), dispone que se admitan, sin consulta previa, las inscripciones de matricula oficial y no oficial a las mujeres, siempre que se ajusten a las condiciones y reglas establecidas para cada clase y grupo de estudios" (04. 01. 04 memorias, 1909-1910, Archivo histórico "Aguilar y Eslava").
Sin embargo, tal y como se pública en la citada memoria, por Orden de Subsecretaría de 21 de abril 1910, se niega a las mujeres el ser admitidas a matricula en los Institutos, para estudios de Magisterio de primera enseñanza, cuya orden fue derogada por la R. O. de 29 del mismo mes, que autoriza nuevamente la admisión de dichas matriculas.
Sea como fuere el curso académico 1909 ? 1910 significó un avance en la incorporación de las mujeres en la enseñanza, puesto que hemos comprobado una
incorporación numerosa, comparada con la presencia de la mujer en años anteriores.
Siendo en este año 1910-1911 cuando comienzan a aparecer las primeras mujeres en enseñanza oficial en magisterio, es decir, acuden a clase de forma presencial. Se constituirían así un numero considerable de alumnas que acuden a las aulas uniéndose en grupo como nos muestra la carta (imagen 2) que encontramos en uno de los expedientes.
En 12 de enero de 1912 se vuelve a publicar una Real Orden por la que se prohíben en los sucesivo, las matrículas a las alumnas de magisterio en los Institutos y Escuelas Normales de Maestros. Sería esta normativa la que causaría un revuelo generalizado entre las alumnas que se unieron para escribir un escrito (imagen 2) dirigido al Subsecretario del Ministerio de Instrucción pública y Bellas artes. Ellas exponían las dificultades que les suponían, por ejemplo, trasladarse a otro centro de otra localidad o en su defecto, perder lo que ya habían logrado. En cualquier caso, la carta refleja esa necesidad de unión y colaboración entre las alumnas que se vieron afectadas por una Real Orden que nuevamente volvía a perjudicar su formación. La carta está firmada por Evangelina Ortiz, Gracia Rico, Soledad Pérez ? Aranda Vílchez y María Aranda Vázquez.
No obstante, tendríamos que esperar al año 1913-1914 cuando sucede el traspaso de la enseña media de forma no oficial, es decir no acudían a clase de manera presencial, y solicitan el cambio a la enseñanza presencial, oficial. Entre estas primeras mujeres están Carmen Carrilero Vaca, la primera Doctora en Farmacia de España, a la que ya se le dedicó precisamente una entrada e Isabel Moreno Soto.
Todo lo expuesto supone el estudio sobre el lento pero progresivo camino de la incorporación de la mujer al Instituto "Aguilar y Eslava". La importancia de la
investigación histórica radica en conocer nuestro pasado para dar claves y herramientas de mejora a nuestro presente.
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