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El Teatro Cómico Principal, sito en la calle Ambrosio de Morales de nuestra capital, sede actual del Real Centro Filarmónico de Córdoba ha acogido y acoge todos los actos relativos a esta efeméride y así dicho día 9 a las 12 horas comenzó el Encuentro con una Conferencia denominada "Breve semblanza histórica de los Centros Filarmónicos Provinciales", en la que tuvimos como ponente a Rafael Asencio González, vocal del Real Centro Filarmónico cordobés, quien hizo un paseo por los Centros Filarmónicos de la provincia, muy interesante, documentado, curioso y atractivo. Escuchamos una serie de datos sobre la constitución de estas agrupaciones musicales, sus actividades, entre las que había o tenían otras de carácter filantrópico, año de su creación, vida y por desgracia su desaparición, en bastantes casos.
Supimos de la aparición del 1º de ellos, el Real Centro Filarmónico de Córdoba en 1878 y al poco tiempo el de Castro del Río en 1880, hoy desaparecido. También nuestro Centro Filarmónico Egabrense en 1906 que, contra viento y marea, desde su fundación sigue adelante, manteniendo casi todas las actividades que se recogen en el acta fundacional. Prácticamente todas las poblaciones de nuestra provincia han creado su Centro Filarmónico, fueran de mayor población o más pequeñas. Otras han tenido o tienen hoy día, instituciones musicales parecidas que no llevan por nombre Centro Filarmónico, como Lucena, Puente Genil, Priego, Baena... El hecho es que el Real Centro Filarmónico de Córdoba ha tenido la buena ocurrencia de reunir a varios de los existentes para conocernos, hacer un día de convivencia y como no, celebrarlo con lo que sabemos hacer, la música, no por profesionalidad sino por afición con más o menos conocimientos musicales interpretando obras de factura más popular, para un público sencillo y heterogéneo, aunque esto no signifique poca calidad, pues en las obras que figuran en los archivos de estas instituciones hay desde compositores clásicos hasta las canciones populares y folclóricas que el público más conoce.
Antes de la conferencia, en un breve acto, el Real Centro Filarmónico de Córdoba, anfitrión del Encuentro, hizo entrega por su presidente Manuel Silva Pérez, de una Placa Conmemorativa a cada uno de los tres Centros Filarmónicos participantes. Primero al Centro Filarmónico Aguilarense, representado por su presidenta, Margarita Lucena Sampedro, quien dijo que por motivos de reorganización no podrían estar presentes en los actos, lo que lamentaban profundamente. Esta le entregó un azulejo conmemorativo al Real Centro Filarmónico de Córdoba y unos obsequios al de Peñarroya-Pueblonuevo y al Egabrense. Después recibió la placa el Real Centro Filarmónico "Guadiato y Sierra" de Peñarroya-Pueblonuevo fundado en 1991, en la persona de su presidenta Elia Villarreal Mohedano y por último la recibió nuestro Centro Filarmónico Egabrense por su presidente Eustasio Moreno Rodríguez.
Tras la conferencia fuimos todos los asistentes, en un paseo delicioso por la Córdoba antigua, pasando por la Mezquita-Catedral "invadida" de turista en un día en que lucía un sol espléndido, hasta las Caballerizas Reales, donde a las 2 de la tarde tuvimos un espléndido "buffet" de convivencia, en el que reinó la camaradería.
Y ya a las 18 horas el Teatro Cómico Principal, "joyita cordobesa" desconocida, repleto de público, acogió el Concierto de los tres Centros Filarmónicos que habían acudido a Córdoba a la llamada del Real Centro Filarmónico "Eduardo Lucena".
Abrió la tarde musical nuestro Centro Filarmónico Egabrense y una serie de obras de su repertorio, fueron las que los músicos de Cabra pusieron en los atriles, con la maestría de siempre.
"Paco Gonzalez" (Pasodoble) de José Rodríguez López fue la primera obra, que la hizo la orquesta. Siguió la bulería "Mírame cara a cara" del mismo Rodríguez López, con el coro, orquesta y la voz apropiada del solista tenor Alfredo Martínez. Cambio a música religiosa y la bellísima "Oración a María" de Francisco Moral León, fundador del CFE, con la magnífica actuación del tenor José M. Rodríguez que bordó la obra y el acompañamiento orquestal y coro, fue una de las actuaciones señeras de la tarde. Pasamos a obras ligeras, con ritmo y bien dichas, "Naranjitay", popular boliviana, con el timple solista de Manuel Molina y la conocida "Alma llanera", joropo venezolano de Elías Gutiérrez. Como final, la "tarantella" italiana "Funiculí, Funiculá" de Luigi Denza con un dúo vocal excepcional, José M. Rodríguez (tenor) y Antonio González (barítono), una orquesta y un coro, "reforzado" por el público, que lograron unos bravos y aplausos que atronaron en el bello teatro. ¿Quién dirigió todo esto? El director del Coro del CFE, José Antonio Varo Mora, que lo llevó muy bien. Su batuta fue perfecta y en la "tarantella" dando las "entradas" al público, parecía la espada de un "espadachín"(la batuta), de lo emocionado que estaba con sus huestes, actuando en un lugar en que en su tiempo había ensayado con el Coro del Gran Teatro, la ópera "Tosca", lo que recordó. Se dejó alto el pabellón egabrense en Córdoba, una vez más. Ya desde los Carnavales de 1916 se venía y viene haciendo.
El Real Centro Filarmónico "Guadiato y Sierra" de Peñarroya-Pueblonuevo no era una agrupación numerosa, pero si lo bastante para que hiciera una actuación perfecta y muy conjuntada. El alma era una simpática joven, que disfrutaba con su hacer, la directora Carmen Calero Pedrajas.
Tenía como acompañamiento musical un piano "portátil" que lo hizo sonar bien Jonathan Ruiz Fernández.
Presentó un programa casi monográfico de habaneras (dos), aunque hubo también incursión en la ópera.
Y así escuchamos. "Torrevieja", habanera de R. La Fuente Aguado. La preciosa y conocida canción "El día que me quieras" de Carlos Gardel. Otra habanera "Vieja Habanera" de Ramón Medina. Y la ópera, representada por el Coro "Va pensiero" de Nabucco de Verdi, que la resolvieron muy bien. Y cerraron con "Lágrimas Negras" de M. Matamoros, un bolero-son. Recibieron muchísimos aplausos.
Por último el Real Centro Filarmónico de Córdoba presentó obras de músicos cordobeses y coros de zarzuelas. Bajo la batuta del catedrático de Canto, ya jubilado, Carlos Hacar, conocido por su magisterio con los mejores cantantes líricos españoles y algunos extranjeros, la orquesta y coro expusieron obras que todos los cordobeses sabemos y que han trascendido fuera de nuestras fronteras.
La orquesta comenzó diciendo la célebre "Pavana" de Eduardo Lucena. Y ya todos, orquesta y coro dijeron de Ramón Medina las canciones "A la mujer cordobesa" y "Serenata a la Mezquita". Después vino zarzuela y de "Don Manolito" de Pablo Sorozábal escuchamos "Ensalada madrileña" y de "La del Soto del Parral" de R. Soutullo y J. Vert, el final.
Muchísimas palmas y bravos refrendaron su magnífica actuación, lo que llevó a un bis, "Callejita de las Flores" de R. Medina, un bomboncito.
Con esta canción finalizó este Concierto del I Encuentro Provincial de Centros Filarmónicos.
Todas las paredes del Teatro Cómico Principal están "tapizadas" de cuadros, relativos a fotografías y noticias de los Centros Filarmónicos en la provincia de Córdoba, en una Exposición que durará hasta el 15 de Abril y que se podrá visitar en horario de 10 a 13 y 18 a 20 horas.
Entre los asistentes al concierto saludé al Catedrático de Piano del Conservatorio Superior de Córdoba, Juan Miguel Moreno Calderón, quien el próximo día 11 presentará su libro "Rafael Orozco. El Pianista vibrante" sobre la figura del famoso pianista cordobés ya desaparecido, en el Salón Liceo del Círculo de la Amistad.
Enhorabuena al Real Centro Filarmónico "Eduardo Lucena" por la organización de este I Encuentro Provincial, en la figura de su presidente Manuel Silva Pérez.
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