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A vueltas con "la Policía"
20.02.14 - Escrito por: CabrÁvila
A la Policía, a cualquier Policía, ya sea Local, Provincial, Autonómica, Nacional o Interplanetaria, y sin perder nunca de vista a la Guardia Civil y si es de Tráfico mejor que mejor, ya que ESA sí que puede llegar a ser realmente orgásmica, el uniforme les causa el mismo efecto que el que ya les viene incorporado de serie a determinadas compresas; les da alas, además de que les genera ese aura envidiable de una DIVINIDAD CUASI HUMANA.
Tú te das una vuelta por la calle, y al tipo o tipa más abobaliconao o abobaliconá que te encuentres por ahí, le das un uniforme, una porra, unos grilletes y una pistola, le colocas unas gafas con cristales de espejo y le montas en un pedazo de motaco o en un coche patrulla con sirenas de colores y sonidos estridentes, y en décimas de segundo le conviertes en un SUPER MAN o en una SUPER WOMAN que saben más que nadie de todo y de todos; en alguien que quizá no sepa si se escribe durmiendo o dormiendo en lugar de despierto, pero que sin duda se trata de un personaje o personaja muy leído o leída, ya que se sabe todos los artículos de todos los códigos civiles, penales y hasta los de los códigos de barras, pasando por supuesto por el Reglamento General de Circulación, en el que tod@s consiguieron un Máster cualquier Miércoles o están Doctorad@s sin duda; salta a la vista.
Y ya mejor no hablemos nada para no aburrir demasiado al respetable, de la figura pintoresca de esos Agentes de la Ordenanza Reguladora de Aparcamiento (ORA), que desde su única voluntad de cumplir fielmente con su trabajo; ese que les da de comer, se han convertido en auténticas moscas cojoneras de los limpiaparabrisas de nuestros coches, con los dichosos papelitos y sobrecitos de unas denuncias que en la mayoría de los casos no suelen servir absolutamente para nada, dada la declaración de ilegalidad pronunciada por el Tribunal Supremo allá por 1992, y la cantidad de jurisprudencia que ya hay sentada al respecto por diversos Juzgados.
Miedo me da el pensar que ahora, la nueva Ley de Seguridad Privada traerá a nuestras calles a todo tipo de justicieros que dependiendo de los casos, se sentirán realizados sintiéndose M.A. de El Equipo A, o Bud Spencer y Terence Hill en cualquiera de sus múltiples películas.
Por aquello de que a río revuelto, ganancia de PECADORES, lo que sí que pudiera ser que pudiera darse el caso y por consiguiente, es que a partir de ahora, las Iglesias puedan llegar a verse inusualmente colapsadas por aquello de "¡¡¡QUE DIOS NOS COJA CONFESAOS!!!".
P.D.:
En honor a la verdad hay que reconocer, como así es público y notorio, evidente, indiscutible e incuestionable, que dentro de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que aparentemente sólo están ahí para jodernos la vida, hay excelentes personas y excelentes profesionales cargados de una HUMANIDAD CUASI DIVINA; doy fe.
Afectos.
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