|
Y tú, lo vivirás...
04.09.09 - Escrito por: Eduardo Luna
Cambiará el color de tu sangre roja e intensa por sangre multicolor, roja, verde, blanca y amarilla para envolver cada uno de tus sentidos en una ola de sensaciones que marcarán el discurrir de unos días que convertirán miles de almas en una sola. El oxígeno del aire no será el común que respiran todos los mortales, será aire purificado con olor a nardo celestial, puro, incorruptible, sin mancha, sin compasión para el recuerdo y la nostalgia, cuando de calle en calle la ciudad le rinda pleitesía a la divinidad.
Notarás como tu voz cambia de registro y por unos instantes el cerebro sólo procesará algunas palabras que sonarán al unísono en ¡!!vivas y vivas!!!. Si aún esperas el beso de tu amada o tu amado antes de soñar despierto lo dulce del momento y no llega, besa tu bandera y ámala por ti y por todos, abrázala sin esperas efímeras, aprieta tus labios y percibirás como ella te ama a ti desde antes de nacer y hacerte hijo de Cabra.
No dejes al Dios del sueño que te haga chantaje y lucha con la única arma que tenemos para combatir, el Amor, rogándole que las noches sean comandadas por la compañía de los trasnochadores que no desean caer en los brazos de la rutina. Notarás que tus ojos se cierran con el destello de la plata que protege a la divinidad morena que gobierna desde la cumbre. No los cierres, ábrelos aún más, deja entrar a través de ellos el fulgor de la venida de su imagen milagrosa rodeada de hombres que empiezan a dejar de ser ellos mismos y sus objetivos para convertirse en algo más de un mes, sólo en costaleros.
Si sientes que las piernas se cansan y los olivos crecen sin remisión año tras año, vuelve tus ojos a la esperanza de ver los suyos capitaneando y guardando a una ciudad que la necesita más que nunca. Si al pasar Ella, el silencio te sobrecoge, no te escondas, despliega tu alma cabreña y proclama que el espejo de justicia que rogamos a diario es tu faro protector y vigía oyente y escuchante que desciende desde los Cielos de Cabra.
Tu interior retumbará y latirá hasta el último suspiro guardado que tengas cuando a lo lejos y de cerca, escuches el sonido del tambor que arrodillará a todos los que tengan el privilegio de volver cualquier esquina de cualquier calle para hincar la rodilla y jurar sobre la tradición de los siglos. Tus manos temblarán, como esa primera vez en la que amas sin fronteras, cuando tus miradas se crucen con otras miradas para romper el velo de cinco días festivo-religiosos que resucitan en la memoria de cada año, rodeado de quiénes inconscientemente se han hecho uno sólo.
Y surcarás por mares de gentío, mientras a lo lejos verás la gloria de la humildad hecha Patrona, Excelsa, Altísima, Maternal, Acogedora, Comprensiva, Dulce, Conciliadora y Eterna en un día que Ella ha elegido como el más emocionante y grande de nuestras vidas-calendario. Y Tú, lo vivirás, a mi lado, a tu lado, al lado de ellos, al lado de Todos. Cabra es Feria, Cabra es Mariana, Cabra es desde hoy, Virgen de La Sierra.
He cerrado los ojos y al final, sólo veo el destello del Amor, cobijado en Andas de Plata.
A mi hija, Sierra María, el velero que guía mi vida.
|
|
|
|
|
|