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Piénsatelo
26.08.09 - Escrito por: Familiar del accidente ocurrido en la carretera de Priego
Entre la vida y la muerte cursa sólo un segundo. Sólo uno o unos segundos bastan para destruir toda una vida de esfuerzos e ilusiones, para dejar huérfano de espíritu al que tanto compartió con el familiar fallecido. Después de estos segundos ya no queda nada por hacer: sólo comenzar de nuevo para los que somos tocados con la fortuna de amanecer cada día.
El día que falleció mi tía murieron en España más personas. En estos días que tantos volvemos a nuestra querida Cabra y en que otros se van para volver dentro de un tiempo, no sobra deciros a todos: sed precavidos con una de las peores lacras que nos siega –los accidentes de tráfico–. Mi padre, que también falleció en otro, decía: “la carretera no perdona, si cometes un error no te volverá a dar otra oportunidad”.
Vamos a poner todos de nuestra parte para respetar los límites de velocidad, algunos francamente incómodos. Vamos a poner todos de nuestra parte para ser pacientes y reflexivos en los adelantamientos; para ponernos el cinturón y no beber, además de otros tantos “corsés” que hay que vestir al volante. Porque si éstos te parecen incómodos, la cara de la muerte te resultará amarga como la hiel.
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