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Cáritas, desbordada por la crisis económica
04.07.09 - Escrito por: Ana Fernández
Casi medio millón de andaluces están bajo el umbral de la pobreza, una realidad que se ve reflejada en el aumento de personas sin hogar y en situación de precariedad que en los últimos cinco meses han solicitado ayuda a los distintos centros sociales de Cáritas, el organismo de servicio social de la Iglesia, según recogen los últimos informes que han publicado varias diócesis en Andalucía.
La demanda de ayuda a la organización se ha incrementado hasta un 80 por ciento en el conjunto de la comunidad, según ha explicado la secretaria general de Cáritas Regional de Andalucía, Auxiliadora González Portillo. Entre ellas, las ayudas más demandas son para hacer frente al pago de la vivienda.
Un ejemplo de este fenómeno es el centro Puerta Abierta de Cáritas Diocesana de Huelva, que se ha encontrado «totalmente desbordado», con un nivel de atenciones «muy por encima de sus posibilidades». Reciben a más de 120 personas en un sólo día, cuando la previsión de capacidad del mismo es de 30, cuatro veces la capacidad que tiene este recurso.
Este centro, que ofrece servicios como ducha e higiene, lavandería, consigna y taquilla, desayuno y recargas de baterías de móviles, entre otros, se constituyó como un espacio de atención para las personas sin hogar, pero desde hace ya varios años «viene siendo también el único lugar que encuentran los cientos de temporeros en el primer punto de llegada a la provincia en el que pueden encontrar respuesta a sus necesidades».
Como consecuencia de esta notable afluencia de personas, la atención personalizada y la calidad por parte de voluntarios y personal contratado, disminuye. Además, «atender a tres o cuatro veces más personas de las previstas tiene una repercusión directa en el presupuesto».
Sin embargo, pese a la crudeza de la crisis el número de donaciones económicas no sólo no decaen, sino que se han incrementado. Auxiliadora González afirma que han recibido más donaciones, «sobre todo a través de donativos y colectas en las iglesias. De hecho, la pasada campaña de Navidad ha sido una de las mejores de los últimos años».
Igualmente, Manuel Hinojosa Petit, delegado de Cáritas en Córdoba, declaró que su diócesis ha recibido más donativos actualmente que en años anteriores, aunque no precisó cuanto más. Algo que equilibra la fuerte demanda de ayudas, que crecieron un 34 por ciento en lo que va de año. Es decir, de las 818 personas que se atendieron entre enero y mayo de 2008, se ha pasado a 1.093 en los primeros cinco meses de 2009, fundamentalmente por necesidades referidas a la alimentación, vivienda, y suministros. También acuden muchas familias solicitando trabajo porque todos los miembros se han quedado sin empleo.
La financiación de la organización pasa en primer lugar por los ingresos recibidos de donaciones y colectas, pero además Cáritas mantiene un convenio regional con la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, al igual que otras asociaciones dedicadas a los colectivos de exclusión social. Junto a esto, la Conferencia Episcopal aporta una cuantía que este año correspondió al uno por ciento de lo recaudado en el IRPF.
El perfil de personas que más solicitan la asistencia de Cáritas sigue siendo el de un hombre adulto, con una media de edad de 39,7 años, prevaleciendo el ciudadano andaluz frente al inmigrante. Sin embargo, cabe señalar que ha surgido un nuevo perfil, el de «pobre avergonzante». Son aquellos a los que «les cuesta trabajo pedir ayuda porque nunca antes habían tenido necesidad de pedirla», explica Manuel Hinojosa.
Pese al incremento que revelan los datos, Cáritas asegura que los efectos de la crisis aún no están llevando a las personas a la situación de «sin techo», aunque la tendencia del primer trimestre de 2009 sí habla de un mayor incremento que en años anteriores. La previsión, según Cáritas, es que a finales de este año y en 2010 aumente notoriamente la petición de ayudas en centros de personas sin hogar, cuando ya las redes sociales y las prestaciones no sostengan la situación a la que se verán abocadas muchas familias a causa de la crisis.
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