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San Juan Evangelista: patrón de la Juventud Cofrade
26.12.25 - Escrito por: Antonio Ramón Jiménez Montes
El 27 de diciembre celebramos la festividad de San Juan Evangelista, uno de los apóstoles más cercanos a Cristo - el discípulo amado - modelo para todos los cristianos, especialmente para la juventud cofrade de la que es patrón. Su figura no solo se vincula al Evangelio que lleva su nombre, sino a una identidad que, desde su fidelidad y su relación personal con Jesús, nos invita a asumir con firmeza nuestra vocación cristiana en el seno de la Iglesia y, particularmente, en las cofradías.
En Cabra, la presencia de jóvenes no es solo un fenómeno visible en los grupos jóvenes de las hermandades - también de las parroquias - o en las cuadrillas de costaleros. Tiene una importante participación en las juntas de gobierno, donde muchos jóvenes asumen responsabilidades clave en diferentes vocalías y tareas de las cofradías y que, en no pocos casos, han ocupado y ocupan cargos de relevancia como herman@s mayores. Esta presencia activa de la juventud en las cofradías de nuestra ciudad demuestra que no se trata solo de un relevo generacional, sino de una verdadera implicación en la vivencia y la proyección de nuestra tradición cofrade hacia el futuro.
San Juan Evangelista tiene presencia en nueve de nuestras hermandades. Su imagen forma parte de los pasos procesionales de la Pollinita, el Huerto, el Lavatorio, la Misericordia, el Calvario, la Piedad, la Caridad, el Rocío de Pasión y el Descendimiento. Formó parte también en las procesiones del Nazareno, la Soledad o la Amargura de épocas pasadas y también en el palio de la Virgen del Socorro un año; conservándose la imagen del Evangelista de la Soledad, en la parroquia de los Remedios o la que tuvo el paso de la Expiración de la Vizcondesa, que conserva la hermandad del Huerto.
En el año 1949 tenemos constancia del triduo que celebraron los jóvenes de Acción Católica a San Juan Evangelista a su patrón en la iglesia de la Soledad, con la imagen del apóstol de la Archicofradía de la Soledad. Forma parte también de los retablos de San Juan de Dios, coronando el Calvario del altar mayor y el del Cristo de la Caridad.
Ejemplo de fidelidad y compromiso
San Juan Evangelista, con su presencia en algunos de los pasos de nuestras cofradías, nos deja un legado de cercanía y fidelidad. Fue testigo de los momentos más cruciales de la vida de Jesús: estuvo en la Última Cena, en la Crucifixión, y fue quien recibió la encomienda de cuidar de María, la madre de Jesús, al pie de la cruz: «Hijo, he ahí a tu Madre» (Jn. 19:26-27).
Esta cercanía no solo refleja su amor y dedicación a Cristo, sino también un compromiso firme con la misión que le fue encomendada. Por eso, desde nuestras hermandades, la Juventud Cofrade debe mirar a San Juan como modelo de entrega total al seguimiento de Cristo, especialmente en aquellos momentos más difíciles, cuando la vocación cristiana y cofrade se ve puesta a prueba.
El joven San Juan no fue un mero espectador; fue un discípulo presente en todos los momentos clave. En su rol dentro de las cofradías de Cabra, cada joven cofrade está llamado a ser un San Juan que no se limita a observar la Pasión de Cristo, sino que se compromete con la vivencia del misterio pascual en su vida cotidiana, asumiendo con responsabilidad su lugar en la hermandad, desde las cuadrillas de costaleros hasta las juntas de gobierno. En las labores del día a día de las cofradías, en las tareas compartidas de la formación, la evangelización, la caridad. Sin dejar atrás todos aquellos momentos que suponen una importante carga de trabajo desde el voluntariado y compromiso cofrade: montaje de carrozas o de casetas, mantenimiento de patrimonio cofrade, limpieza y conservación de los enseres procesionales, casas de hermandad y "cuartelillos", talleres de bordado, atención espiritual, catequesis y obras de acción social, y un largo etcétera que muchas veces no es visible pero que está en el día de nuestras cofradías. Y los jóvenes tienen ahí un papel fundamental que hay que reconocer y agradecer, al tiempo que es uno de los baluartes del funcionamiento real de nuestra Semana Santa. En todo ello, los jóvenes se asemejan a aquel joven apóstol que es patrón de la Juventud Cofrade: San Juan Evangelista.
Un discipulado activo en las cofradías
La juventud cofrade es un factor de renovación y de futuro en las cofradías. Esto no significa solo mantener las tradiciones, sino también ser la fuerza impulsora de un testimonio cristiano auténtico en medio de los desafíos contemporáneos. San Juan Evangelista representa la capacidad de los jóvenes de hoy para ser verdaderos discípulos de Cristo en un mundo que necesita de su testimonio. Al igual que San Juan no se quedó en la espera, sino que se convirtió en el "hermano amado" de Jesús y el "testigo" de su resurrección, los jóvenes cofrades tienen la oportunidad de renovar la vida de la hermandad desde sus diversos servicios y responsabilidades.
De ahí que, en el día de San Juan Evangelista, se resalte no solo el amor profundo a Cristo, sino la importancia de asumir responsabilidades que van más allá de la participación habitual. El joven cofrade de hoy, como San Juan, puede ser un testigo activo, un líder que, lejos de rendirse ante los retos, mantiene la pasión por su fe y la identidad cofrade, renovando la vida espiritual de las hermandades.
Una juventud que vive la esperanza
La figura de San Juan es también la de una persona llena de esperanza. No hay duda de que uno de los valores que caracteriza a la juventud cofrade de Cabra es el optimismo con el que aborda el futuro. La esperanza es un motor fundamental para que las cofradías no solo sobrevivan, sino que crezcan y evolucionen. San Juan Evangelista fue quien, tras la muerte de Cristo, siguió esperando con confianza la resurrección, y esa esperanza lo mantuvo firme y activo en la predicación del Evangelio. Para la juventud cofrade, esta es una llamada a mirar hacia el futuro con confianza, sabiendo que la fe en Cristo Resucitado es el motor de nuestra acción.
Hoy, más que nunca, los jóvenes cofrades tienen la oportunidad de ser, como San Juan, esos discípulos comprometidos, que no solo cargan con el legado de las generaciones pasadas, sino que lo actualizan con su vivencia de la fe y su participación activa en las hermandades.
Mirar al futuro
En la jornada de este 27 de diciembre, día de San Juan Evangelista, recordamos no solo al discípulo amado, sino también al joven cofrade llamado a vivir la fe con valentía y esperanza. A pocos del días del final del Año Jubilar de la Esperanza, recordamos algunas de las palabras que el papa León XIV pronunciaba el pasado 29 de julio en el Jubileo de los Jóvenes: «Jesús nos dice: vosotros sois la sal de la tierra, las luces del mundo (Mt. 5:13-14) Y hoy vuestras voces, vuestro entusiasmo, vuestros gritos ? que son todos por Jesucristo ? los van a escuchar hasta el fin del mundo. Nuestro deseo es que seáis siempre signos de esperanza en el mundo: caminemos juntos con nuestra fe en Jesucristo»
Y en esta fiesta del patrón de la juventud cofrade «por ser el discípulo más joven de Jesús», su imagen inspira a los jóvenes a ser ejemplo de fe, a vivir la fraternidad y a llevar el espíritu cofrade a todos los ámbitos de su vida, reflejando la importancia del seguimiento a Jesús, el Cristo, como activos protagonistas de la fe que transforman y renuevan la vida cofrade de nuestra ciudad.
San Juan Evangelista nos recuerda que la juventud cofrade es una etapa de formación, un tiempo de acción y de compromiso real con las cofradías, de manera que fe cristiana y vivencia cofrade se sigan construyendo con la mirada al futuro, siempre fieles a los valores del Evangelio, al estilo de San Juan Evangelista.
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