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Detener y autodestruir
26.08.15 - Escrito por: Rafa Linero
 Este verano he empezado a ver una serie de título Halt and Catch Fire. La emite en Estados Unidos el canal AMC, conocido por las exitosas series Mad Men, Breaking Bad y The Walking Dead. Lleva ya dos temporadas y se centra en varias personas del mundo de la informática que intentan construir un novedoso ordenador en plena década de los 80. Sus puntos fuertes son la ambientación y los personajes (tan interesantes los tres principales como los secundarios). Y, aunque parezca que la premisa no podría dar mucho juego, lo cierto es que las tramas personales y profesionales nos atrapan desde el primer capítulo.
El extraño título hace referencia a un antiguo comando informático que hacía perder el control sobre las computadoras. Aunque en la serie lo traducen como detener y autodestruir no sé exactamente qué significa porque nunca me han atraído mucho los ordenadores. Y tampoco he sentido ningún apego por los 80, ya que estamos.
¿Qué hago entonces hablando de una serie que trata sobre estos aparatos electrónicos y que está ambientada en esa década que tan poco me gusta? Intento poneros en situación para hablar sobre en qué consiste hacerse viejo.
Cuando somos jóvenes esperamos con ilusión un futuro que se nos presenta prometedor y brillante. Pero al envejecer dejamos de creer en ese maravilloso porvenir y empezamos a sentir nostalgia por el pasado. Sin embargo, la memoria tiene sus propias normas y esa nostalgia que sentimos no la produce lo que hemos vivido realmente sino lo que nos hubiera gustado vivir.
De esta forma, deja de ilusionarnos ese futuro lleno de androides, coches voladores y viajes espaciales que nos propone la ficción y nos ponemos a reinventar nuestro pasado, convirtiéndolo en algo que nunca fue. Es como si cada vez que volviéramos a la casa de nuestra infancia la encontráramos cambiada, más grande y luminosa, mejor amueblada, con habitaciones que antes no existían y con vistas de un amanecer donde antes sólo había un muro de hormigón.
Y justamente eso me ha ocurrido al ver Halt and Catch Fire, me he descubierto echando de menos una década que no disfruté especialmente, una década que se me escurrió entre los dedos, una década en la que perdí el tiempo imaginando un mañana que, finalmente, no ha llegado.
Así que si queréis material para alimentar el pasado imaginario que se va construyendo poco a poco en vuestras mentes Halt and Catch Fire es una serie que tenéis que ver.
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