|
Enseres humanos
11.04.14 - Escrito por: Desde CabrÁvila
A diario te sientas delante de tu ordenador amparándote en la protección que te ofrece esta ventana blindada y de cristales tintados, te pones cómodo, te sientes seguro, nadie sabe de tu presencia, otros incluso desconocen tu existencia, todo pareces tenerlo bajo control, te frotas las manos y manos a la obra.
Realmente no sabes muy bien por dónde empezar hoy, ya que te están apeteciendo tantas cosas a la vez en este momento, que desde un ataque de ansiedad transitorio, te llegas incluso a cuestionar si cortarte las venas o dejártelas largas.
Pero no, de nuevo vuelves a recuperar esa supuesta conciencia desde cuya lucidez nunca se sabe si también transitoria, conseguirás reorientar la brújula de la dirección que hoy debe tomar lo que realmente te apetece.
Colocas de nuevo tus manos encima del teclao, miras el ratón, y vuelves a dudar; hoy pareces no estar muy inspirado que digamos, pero...
...quédate tranquilo MUNDO, exhalas, porque desde esta trinchera infranqueable en que me encuentro entre la pantalla y mi sillón, seré capaz de sin decir nada decirlo todo, de sin escribir letra completar infinitas veces el ABCdario, de sin dirigirme a nadie saber que habrá personas que se darán por aludidas, y de sin pronunciarme sobre lo que lea saber decirle a su autor que no me interesan sus opiniones.
Y es que yo soy así de chulo MUNDO, soy un poco como ese personaje de ficción descrito magistralmente por algún autor de chistes buenos, que se dice que es capaz de dar leche sin comer hierba, de sangrar sin herirse y de tocar los cojones sin acercase.
Vuelves a mirar el ratón, vuelves a templar el teclao, y decides abandonar tu guarida, convencido de que al fin y al cabo te da lo mismo estar de cuerpo presente porque en realidad estás de mente ausente, que te da lo mismo estar dormido que durmiendo, comido que comiendo, jodido que jodiendo, ya que en definitiva eres un manifiesto insensible Enser Humano, una coraza que te calzas exclusivamente desde el anonimato, y alguien que se levanta cada mañana esperando a que anochezca y que se acuesta cada noche esperando a que amanezca...
...pero ¡¡¡ojo!!!,
..."que nadie se confunda ni que como dijera Cantinfas se vuelva precipitoso", ya que tú para contigo, sí que sabes manejar como nadie el arte salir de tu escondrijo, hacer como que acabas de aterrizar procedente de algún más allá que te mantuvo abducido, y conseguir que tu ego vuelva y vuelva a ser alimentado con ese nutriente único que a modo del más suculento Maná adquirido en alguna exclusiva y celestial Boutique del Gourmet, te supone el saberte coronado de Gloria por tus incondicionales multitudes.
¡¡¡OLÉ TUS GUEBOS!!!
Afectos
|
|
|
|
|
|