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La Orquesta SYSO (Southern Youth String Orchestra) en el Teatro "El Jardinito" de Cabra el 11 de octubre
13.10.14 - Escrito por: Rafael Nieto López
 La Orquesta SYSO (Southern Youth String Orchestra-Orquesta Joven de Cuerda del Sur), con sede en el Conservatorio Profesional de Música "Maestro Chicano Muñoz" de LUCENA, pisó el escenario del Teatro Municipal "El Jardinito" de CABRA el pasado 11 de octubre con su "espectáculo" MUSIKADABRA, en el que el público asistente, que no llegó a media entrada, gozó de la música de esta agrupación joven en edad por su corta existencia (31 Mayo 2013) y la de sus componentes, alumnos que estudian en Lucena y otros conservatorios andaluces, con edades entre 14 y 20 años, arropados por varios de sus profesores, como la chelista Azahara Escobar y los violistas Tamara Manzaneque y Manuel Ruiz.
El "espectáculo" mezcla de proyecciones multimedia y concierto clásico tiene nombre, el Profesor de violín del Conservatorio lucentino, Domingo Escobar, cordobés de nacimiento y con un currículo musical de calidad muy amplio, que se "las pinta solo" para dirigir y para poner en escena este "Musikadabra", que gustó a todos por los grandísimos aplausos que se oyeron, los bravos y los silbidos "de los buenos" (como el colesterol "bueno").
He seguido a esta Orquesta SYSO en su periplo desde su creación y ha ido en su "tournée" de triunfo en triunfo, desde Baena, dónde hizo su presentación en 2013 y ya en este 2014 otra vez en Baena, Iznájar, Carcabuey, Antequera (Málaga) y ahora en Cabra.
Entre luces y sombras, ya le dije al Maestro Escobar en otro artículo mío del 13 y 14 junio pasado que gasta poco en Endesa, se fue desarrollando la exposición del concierto (espectáculo músico-visual) y al abrirse el telón apareció la formación, unos 20 componentes entre violines, violas, chelos y un jovencísimo contrabajista, David Santos, que ha venido a sustituir a nuestro paisano el profesor José A. Luque, formación que interpretó el "Concierto para violín y orquesta Op. 8 nº 2 L"Estate (El verano) en sol menor RV 315 I.Mov. Allegro, de LAS CUATRO ESTACIONES de A. Vivaldi (1678-1741). La orquesta lo hizo muy bien, pese a su dificultad y la violinista montillana Alicia Sánchez tuvo una actuación solista impecable. Como había luz observamos que los artistas en su atuendo de riguroso negro, tenían zapatillas de colores. Cosas de la juventud.
Un pequeño corto fue proyectado y escuchamos de inmediato el "Concierto para dos violines y orquesta BWV 1043 (J. S. Bach) (1685-1750). De solistas tuvimos a dos espléndidos violinistas, la aguilarense Eva Calero y nuestro paisano Carlos R. Martínez que expusieron sus partituras con total maestría, como era de esperar. Domingo Escobar siempre con la batuta (bueno, las manos) no dejaba "un hilo suelto" a sus "huestes". No faltaron al finalizar los aplausos, etc. etc.
Se apagaron las luces y en las dos puertas de entrada de la Sala aparecieron iluminados con sendas "lámparas de sal" Santiago Báez con flauta y la joven Ana Gavilán con oboe e hicieron Traverso. Dos tambores después una percusión introductoria de un Himno religioso islandés "Heyr Himna Suniour" (P. Sigurbjornsson) que la orquesta interpretó junto a una voz solista que cantó la letra.
Se hizo la luz y la conocida película "La Misión" puso la partitura de -El oboe de Gabriel- (Ennio Morricone), melancólico y precioso, del que se encargó otra egabrense como solista, la oboísta Ana Gavilán en una interpretación limpísima, junto a la orquesta. Muchísimas palmas.
Se proyectó una pequeña biografía sobre Peter Warlock, compositor inglés (1894-1930) y la orquesta realizó su grandiosa "Suite Capriol" con sus 4 mov. Basse-Danse, Pavana, Tordión y al llegar aquí los aplausos irrumpieron porque el público manifestó que le estaba gustando. Y el último mov. de la suite, Brusles, fue el delirio, pues mejor no lo pudieron hacer.
Se cerró el telón y apareció en escena abriendo los cortinajes, un lúgubre Miguel Herrador, colaborador literario y guionista de Escobar, que nos contó una historia de un "troll" malvado, que existió hace muchísimos años, que quería ser artista. Tras una serie de acontecimientos lo logró y la historia un tanto rocambolesca del "troll" terminó en un final feliz, con su moraleja.
Para finalizar el concierto copio una crónica mía anterior que se corresponde perfectamente con lo que pasó en "El Jardinito".
"Para cerrar este atractivo concierto para chicos y grandes, el joven pianista cordobés Santiago Báez (1982), del Conservatorio Superior de Jaén, había compuesto una obra "Música Incidental" homónima del guión literario "La maldición de Stefan Mortem" que se interpretó por la orquesta.
Esta obra contemporánea se escucha muy bien, pues es tonal en toda su extensión y sirve para lucimiento de la orquesta en sus melodías adaptadas al guión literario que vimos proyectado, sobre la historia "La maldición de Stefan Mortem".
Stefan (Miguel Herrador) es un violonchelista expulsado de una orquesta y con la ayuda de la Bruja Supureva (Eva Calero) consigue un hechizo contra el violín concertino Charles Mortier (Carlos R. Martínez). Este hechizo hace su efecto y el violinista no puede tocar hasta que el director Sergei Celidimanche (Domingo Escobar) consigue romperlo. También interviene otro personaje, Artemisia (Raquel Romero). El guión es de Miguel Herrador que ha llevado la dirección y el montaje del film y la cámara de Domingo Escobar (le mete mano a todo). La música que toca en el film Charles Mortier, fue realizada en directo por el violinista egabrense Carlos R. Martínez, en otra de sus magistrales intervenciones solistas en una exhibición de las que nos tiene acostumbrados, muy bien acompañado por la orquesta bajo la atenta batuta de Domingo Escobar. Hay un movimiento en la obra de Báez, "Tango" en la que la profesora Azahara Escobar lució su saber con el chelo".
Y aquí se acabó la noche. Hubo alguien que le pareció corta, como me dijo, creo que porque "le supo a poco". Quizá 10 minutos menos que en las anteriores actuaciones, pero sería debido a la reestructuración del guión, al tener que adaptarlo a las características técnicas del Teatro "El Jardinito", que coadyuvaron a una magnífica representación, la mejor vista.
Tras los aplausos, Miguel Herrador se encargó de los agradecimientos, al Ayuntamiento de Cabra-Delegación de Cultura, por su colaboración para la puesta en escena del concierto y al encargado del Teatro, Antonio Espinar, y personal del mismo por su ayuda total, a la joven oboísta Ana Gavilán por su actuación dentro del programa y al primer "sponsor" que tiene la agrupación, la empresa lucentina CAYMA.
Como este concierto es el último que dan antes de su partida para Suecia, que será del 8 al 15 del próximo noviembre, donde actuarán en Gotenburgo en una serie de conciertos (tres), recibirán clases y conocerán las instituciones musicales y el sistema educativo de ese país, en un intercambio con jóvenes suecos, que ya han estado en Lucena, y la financiación corre a cargo de lo que han recaudado desde la creación de la orquesta, tienen "una caja de sueños", como ellos la llaman, en la que los que deseen pueden colaborar para tal fin, y aunque aquí el concierto no ha sido gratis, no obstante a la salida, en la escalinata de acceso a la Sala, se puso una vez más la "caja" para "quien tenga voluntad de colaborar". Y creo que hubo quienes la tuvieron.
Antes de marchar se invitó al público a hacerse un selfi con la orquesta y Santiago Báez, el compositor y pianista cordobés se encargó de hacerlo, con todo el público en pie en sus localidades.
También en la escalinata de salida la orquesta posó en las fotos de rigor para el que quisiera tener un recuerdo de ésta y "miles de móviles" (cuántos hay) dispararon para perpetuarla antes de su viaje a Suecia.
Enhorabuena a todos los que de alguna manera han participado en el evento. Atalaya TV lo filmó, aunque el cámara se quejaba de que algunas partes no serán visibles, sólo audio, por lo que he comentado de "luces y sombras".
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