|
La muerte y los idiomas
29.09.14 - Escrito por: Rafa Linero
Carlos I de España y V de Alemania decía (o alguien dice que decía) que hablaba español con Dios, italiano con las mujeres, francés con los hombres y alemán con su caballo. Con esto entendemos que no daba la misma importancia a todos los idiomas, reservando a cada uno de ellos una misión distinta, mundanas unas, más elevadas otras.
El dramaturgo y poeta francés Víctor Hugo también tenía, por lo visto, en alta estima a nuestra lengua porque aseguraba que el inglés era ideal para hablar de negocios, el alemán se hizo para las ciencias, el francés era el lenguaje del amor y el español era el idioma para hablar con Dios.
Hoy día, el español sigue gozando de buena salud, ya que es el segundo idioma más hablado (como primera lengua) detrás del chino mandarín y delante del inglés. Sin embargo, hay idiomas que están enfermos y algunos incluso agonizan. Son lenguas que apenas tienen hablantes, que es como hablar de una familia sin miembros o un libro sin lectores. Algunas son conocidas por una sola persona y en ese caso ya han perdido su función, la de comunicarse con los demás; volviéndonos metafísicos, ese único hablante tampoco podría conversar con Dios porque, al menos según Carlos I y Víctor Hugo, sólo podrían hacerlo en español.
En los próximos años muchos idiomas desaparecerán, porque las pocas personas que los hablan habrán muerto sin haber podido dejar a nadie ese legado. Lo triste es que cuando una lengua muere no desaparece sólo ella, sino que también lo hace una forma de ver el mundo. Así, en un idioma mexicano que está en peligro de extinción las casas tienen ojos, boca, espalda; y cuando sus hablantes ya no estén nadie mirará las casas de esa forma y sólo serán edificios con ventanas, puertas, tejados.
Quién sabe si cuando el español desaparezca, aparte de que Dios no tendrá forma de comunicarse con sus criaturas, nadie pensará en las oscuras golondrinas como símbolos del amor perdido, ése que no volverá, y serán abatidas sin remordimiento al ser consideradas como simples alimañas voladoras.
|
|
|
|
|
|