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EGAROCK 2M17: "Tanto monta, monta tanto"
28.08.17 - Escrito por: Redacción / JLGV
 El pasado sábado 26 se celebró en el Auditorio "Alcalde Juan Muñoz" la vigésimo quinta edición de este festival, que contó con una asistencia en torno a las doscientas personas, en el cenit de la noche. Desde las 22:00 horas a las 2:10 de la mañana, los grupos participantes dieron buena cuenta de sus posibilidades y habilidades artísticas durante su tiempo de actuación.
En esta ocasión se produjo una descarga de grupos granadinos con músicos egabrenses entre sus filas o como alguien espetó: grupos egabrenses con músicos granadinos, tanto monta , monta tanto.
El resultado de esa combinación fue la más brillante y completa muestra de lo que se cuece en la música de este ámbito en Andalucía, se conjuraron en Cabra la magia de una noche de verano (y no fue un sueño, nunca lo digas), el ambiente onírico que aportaban luces, las músicas interpretadas y la benevolencia del clima, con la organización para que todo fuera increíble, haciendo de esta edición del Egarock un brillante regalo de 25 aniversario para público y músicos.
En este ansiado escaparate que supone el Egarock para las bandas que comienzan por la satisfacción que aporta el saber que en un lugar tan emblemático, un equipo de profesionales va a hacerles tener la oportunidad de mostrar lo mejor de si, los grupos participantes dieron cuenta de todo su potencial.
Comenzó Nevada, eran las 22:00 horas y el primer grupo de la noche, a pesar de lo que conlleva iniciar un festival, supo sacar todo el partido a la ocasión. La banda, que en la prueba de sonido se había mostrado profesional y equilibrada, se desató y canción tras canción dejó su repertorio en el escenario con la velocidad que imprime el directo, que añadía frescura y potencia a los temas de su Ep Instinto Animal y otros aún sin grabar, transmitieron mucho, era muy cercano su sonido, sus influencias, reconocibles, daban lugar a canciones que resultaban totalmente familiaires y que eran recompensadas por el público.
Tras ellos entraron en escena Del Gremio, este grupo que ya tiene dos eps en el mercado, Vida Serpiente y Almas en el alambre, supo desde el primer momento conectar con el espíritu de la noche y a base de buena factura y ganas, poner de manifiesto la contundencia de alguien que asume que el directo es la base de todo. Canciones comprometidas y cercanas, con guiños a cánones clásicos en formato eléctrico y guitarrero, haciéndonos notar que es un grupo de rock de los siempre y a la vez de los que sorprenden. Su voluntad y brillantez electrizaron y contribuyeron a que el público los disfrutara con gusto.
MOJØ fue la siguiente propuesta por la que la organización había apostado, y esta formación con presencia femenina entre sus filas y liderando la banda, fue un premio seguro que en su directo fue cobrado por los asistentes. La, en apariencia, frágil y delicada presencia d de Ana Bravo ante el micrófono fue la espoleta que dio la chispa a una de las más gratas sorpresas de la noche. Una voz soul única, el bajo rítmico y funky de Teté, con y sin distorsión, que marcaba el ritmo junto con la batería y la esplendidez de una guitarra acoplada y hablando por si misma, nos llevaron durante sus 30 minutos de actuación por paisajes entreverados de todos los sonidos en los que una voz soul puede hacerse fuerte. Una experiencia de las que dejan huella y transporta a donde más a gusto podamos estar.
La siguiente intervención la llevo a cabo NAUTILUS 05N1, el engendro submarino de rock progresivo, emergió con la tranquilidad y confianza que da el saberse dueño de lo que va a pasar . Sus formas, sus ganas, su disfrute en el directo ejecutando sus temas nos hicieron al resto saborear y sacar partido a lo que estábamos viendo, aunque comenzaron con su tema "Utopias" no era una utopía que pudiera ser, era la nave de Nemo dueña de su instrumental la que ponía rumbo al inconsciente colectivo, navegando entre las olas de los mares de los sentidos con notas propias y ajenas, su música, sus historias fluían para finalmente llegar al lugar donde nace todo, la Fuente del Rio. Espectaculares y sorprendentes, la inclusión de las teclas en sus temas ha conseguido dotarlos de un sello nuevo que los hace, si cabe, más particulares aún.
Al filo de las 1:10 iba a comenzar la última actuación: VÚFALO. La estrella del festival estaba lista para actuar y tras lo que estaba sucediendo, se adivinaba iba a ser el colofón esperado por lo vivido con las bandas anteriores y por lo que en sí este, concitaba, y no fue para menos.
Sergio Vera cogiendo por los cuernos la escena, plantó cara a la audiencia, haciendo sonar a la banda con magistrales faenas que solo el directo es capaz de implementar con la complicidad de su devoción por Fender y el rock bailable.
Vúfalo no paró en toda la actuación de sacar partido a la situación, además de su sentido del humor y alguna que otra sorpresa, los temas se fueron sucediendo uno tras otro con una peculiar puesta en escena y forma de interpretar , guitarra tocada como bajo, bajo tocado como guitarra, muy personal con un sonido cuya potencia alcanza en el directo la consagración de su voluntad.
Los pistoleros nos dejaron prisioneros de su música para terminar cambiando nuestra expresión con "Cara de idiota", un punto más de su rock bailable que nos hizo a todos caer en la trampa de gritar y disfrutar a su ritmo.
Indudable que VUFALO, que comienza a partir de septiembre la promoción con discográfica, será un grupo que dará mucho que hablar y estará presente en todos los festivales que se precien en 2018, toda una suerte el haber podido verlos aquí.
En resumen, una noche de magistrales lecciones musicales por interpretes entregados y exquisitos. Una de las noches que se podrán recordar, por quienes estuvieron allí, con gusto y orgullo porque lo que se vivió, difícilmente se volverá a repetir, aunque el año que viene lo intentaremos de nuevo de una u otra forma, la música se lo merece y Cabra, más.
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