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Huerta y Poesía
20.07.17 - Escrito por: Isabel Montes Romero
Cómo cada julio, Subbética Ecológica celebra su aniversario con la actividad "Huerta bajo las estrellas", donde los socios comparten cena al aire libre, tradicionalmente en la huerta de Antonio y Chari. Es costumbre amenizar la velada con alguna otra actividad paralela que nos sirve para reforzar el vínculo entre socios y con la propia huerta. Este año se desarrolló el pasado sábado 15, y se apostó por comenzar el octavo cumpleaños con un paseo poético entre huertas, homenajeando a Gloria Fuertes, que celebra, también en julio, centenario.
Fuimos muchos los socios que aplaudimos tan feliz iniciativa porque echábamos en falta en nuestra comarca algún acto conmemorativo que recordara a Gloria, una poeta archiconocida pero poco reconocida, tal vez por su especial dedicación a la literatura infantil, considerada por algunos injustamente cómo género menor. Una poeta que fue rompedora, independiente, feminista y pacifista, comprometida sobre todo con la infancia, pero que también escribió para adultos.
A eso de las diez de la noche se inició la ruta de la mano de nuestro socio Antonio de Egipto Suárez Chacón, que recitó varios poemas de corte biográfico, que nos acercó más a la poeta, pudiendo escuchar a través de una grabación alguno con la propia voz de Gloria. Estábamos en el Paseo, precisamente en la glorieta dedicada a Valera, quién tanto paseó por nuestra huerta, siendo parte de su fuente de inspiración cómo se aprecia en su obra.
Desde allí con una calor sofocante nos dirigimos al inicio de la Senda del Caz, y al llegar a las primeras huertas pudimos notar cómo se suavizaba la temperatura.
Antonio de Egipto preparó una ruta poética participativa, paramos precisamente en las inmediaciones de las dos huertas ecológicas, labradas por socios de Subbética Ecológica, que hay por esta zona, y allí fue cediendo la palabra, o mejor dicho el verso, a varios voluntarios que fueron leyendo distintos poemas, unos de corte social, de denuncia, reivindicativos, e infantiles por supuesto. También hubo participantes que se habían traído preparado algún poema favorito de Fuertes. Hubo quién se lo había currado bastante y lo hizo con el concurso de casi toda la familia, con efectos especiales incluidos. Leyeron chicos y grandes y los paseantes se sorprendía de ver un grupo numeroso, heterogéneo, disfrutando de la poesía y de la huerta.
Nos adentramos por el callejón de la Senda de Enmedio en dirección a la Cruz del Atajadero, recordando algunos cómo eran antaño estas sendas, cuando no se echaba herbicida en los bordes y estaban jalonadas de diferentes plantas, arbustos y árboles, y poblada por una fauna ya prácticamente extinguida. Se recordó especialmente a las violetas y a los bichitos de luz.
En la fuente del Atajadero hicimos la última parada, viviendo la poesía más lúdica de Gloria Fuertes, sus adivinanzas. Tras la foto de grupo cruzamos la avenida Fuente del Río para, a través de la Senda La Chiva, llegar a nuestro destino, la huerta donde compartimos una suculenta cena, y soplamos las velas de cumpleaños una vez más.
Y ahora ¡a por el noveno!
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