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Excepcional triunfo del violinista Carlos Rafael Martínez Arroyo en el Gran Teatro de Córdoba, el 1 de junio con el concierto de Sibelius.
03.06.17 - Escrito por: Rafael Nieto López
En la noche del pasado 1 de junio, el Gran Teatro de nuestra capital, con lleno total, en el Concierto Programa 11º de la temporada 2016-17 de la Orquesta de Córdoba, bajo la batuta de su titular, Lorenzo Ramos, ofreció un programa monográfico con obras de los finlandeses Jean Sibelius y Einojuhani Rautavaara, compositores muy dispares en su producción y forma (uno es romántico tardío y otro contemporáneo), con las que el público disfrutó de unas interpretaciones de altísima calidad, tanto de la orquesta, muy bien llevada por su director, como la del solista egabrense Carlos Rafael Martínez Arroyo.
La primera partitura que escuchamos fue el "Concierto para violín y orquesta en re menor, Op. 47" de Jean Sibelius (1865-1957) de tres movimientos (allegro moderato-adagio di molto-allegro, ma non tanto), con Carlos Rafael Martínez Arroyo, violinista egabrense. Qué decir de Carlos Rafael que no se haya dicho. Que a sus 18 años hizo una exhibición de la obra de este compositor de carácter oscuro, con grandes dificultades técnicas. En el 1er mov., con su fuerza expresiva, realizó una "cadenza" excepcional, dentro de su desarrollo, que comienza con una exposición del tema por el violín y repite los clarinetes y después la primera aparición de la cuerda. La agilidad y técnica del violinista ya se vieron en este movimiento, realizado con suma perfección "marca de la casa". Después vino el 2º mov. que lo inició el viento y es más romántico y grandioso (suena a fiordos, auroras boreales...) y Carlos hizo de él una interpretación preciosa con su tiempo adagio. Y por último el 3º con su virtuosismo puro y duro, es como una polonesa de difícil técnica. El ritmo con la percusión y cuerdas bajas introdujo el 1er tema y la orquesta tocando como un rumor (nunca Lorenzo Ramos "tapó" al solista) presentó el 2º tema. Mientras, Carlos se deshizo en subidas a toda velocidad, con notas dobles, arpegios, armónicos, lo bordó, dejándonos sorprendidos (aunque ya estamos acostumbrados a su buen hacer) de un trabajo que presentó dentro de los cánones más exigentes.
El público aplaudió "a rabiar" durante bastante tiempo, en el que salió a saludar varias veces, a este solista "casi de la casa", pues ya ha colaborado con la Orquesta cordobesa en tres ocasiones con conciertos de repertorio como Mendelssohn y Beethoven. El Tchaikovsky ya la hizo con la Filarmónica de Málaga y Brahms lo tiene montado para otra ocasión, no futura.
La segunda parte del concierto comenzó con otro finlandés, compositor prolífico de música contemporánea que abarcó todos los campos (óperas, conciertos, música coral ...) Einojuhani Rautavaara (1928-2016), sucesor de Sibelius, del que escuchamos "Cantus Arcticus" Op. 61 "Concierto para pájaros y orquesta" con 3 movimientos, música novedosa en la que introduce el canto natural de los pájaros ?no reproducidos por instrumentos, sino por grabaciones de esos cantos, grabados cerca del Círculo Polar Ártico y en los pantanos de Liminku-. La obra resulta llamativa y según Tomas Marco Aragón "musicalmente no es agresiva". En sus tres movimientos escuchamos de todo, dúo-solistas de flauta en el 1º (Los pantanos) 2º (Melancolía) grabación ralentizada de los pájaros piando y en el 3º (Migración de los cisnes) con la orquesta en una actuación impecable. Lorenzo Ramos llevó a la Orquesta de Córdoba con meticulosidad y la cosa funcionó. El público la aceptó, con sus muchas palmas.
Por último más música de Finlandia. El espectacular "Poema Sinfónico" que lleva tal nombre "Finlandia" Op. 26, también de Sibelius, cerró esta noche nórdica en Córdoba. La pieza de 7 minutos tiene ritmo y estilo turbulentos, con gran carga orquestal (la orquesta se reforzó con metales). Fue una impresionante actuación que interpretó la orquesta maravillosamente bien. El público lo reconoció con sus aplausos.
Al concierto asistió el Excmo Sr. D. Roberto Tanzi-Albi, Embajador de la República de Finlandia en España y otros miembros de la Embajada, invitados por la Orquesta de Córdoba, por tratarse de un concierto de corte finlandés, en el que se ofreció obras de dos de sus más insignes compositores.
Tras el concierto, en el "foyer" del Gran Teatro, el Sr. Embajador departió un rato, antes de despedirse, con el Director de la Orquesta, Lorenzo Ramos, el concertista, Carlos Rafael Martínez, la Gerente de la Orquesta, Estefanía Montes y otras personas allí presentes, en una charla muy distendida sobre Finlandia, el país y su música.
Ya en la calle, en la puerta del Gran Teatro, abordaron a Carlos varios chicos/as, alumnos de violín de los conservatorios cordobeses, que habían asistido al concierto, para que les firmase autógrafos en el programa, lo que Carlos hizo con muchísimo agrado ante esos "fans" inesperados.
Y de allí, nos despedimos con la miel del triunfo de este egabrense, que está llevado el nombre de Cabra con su música por toda España.
¡Adelante, Carlos Rafael!
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