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"Pláticas de obediencia, y exercitantes de la Santa Escuela de Christo" por fray Alonso de Aguilar (Córdoba, ¿1717?)

11.09.16 - Escrito por: Biblioteca histórica Aguilar y Eslava

El autor de nuestro Libro de la Semana es egabrense y su personalidad aparece recogida, aunque de forma muy escueta, en las Biografías de la "Historia de la ciudad de Cabra" escrita por Nicolás Albornoz y Portocarrero (Madrid, 1909). Se trata de fray Alonso de Aguilar: "Este muy reverendo maestro fue de la Orden de predicadores de San Agustín. Lector de Sagrada Teología, catedrático por oposición, y notabilísimo orador sagrado que llegó a gozar de fama general por los años de 1692".

Años antes, Manuel de Vargas y Alcalde, en su "Reseña histórica del Real Colegio de Estudios Mayores de la Purísima Concepción de Cabra..." (Sevilla, 1879) apunta que resultó ser el primer catedrático por oposición que hubo en el Real Colegio. Su ingreso está fechado el 27 de octubre de 1692.

La portada del volumen que vamos a exponer está enmarcada en una cenefa xilográfica y tiene el título de "Pláticas de obediencia, y exercitantes de la Santa Escuela de Christo Nuestro Redentor, que fundó el Padre San Felipe Neri, para el quatrimestre, que comienza por el mes de mayo según Orden de Dominicas de el año 1715".

Continúa el texto indicando el destino de las pláticas y señalando su autoría: "Ofrécelas al bien de las almas el M. R. P. Fr. Alonso de Aguilar, prior que fue del Real Convento de San Agustín N. P. de Córdoba, catedrático de filosofía y teología de el Colegio de la Purísima Concepción de la villa de Cabra y su rector. Y en este tiempo Obediencia muchas veces de la Santa Escuela de dicha villa", añadiendo: "Quien en veneración y obsequio de la Venerable Congregación del Oratorio de señores sacerdotes de esta ciudad las dedica y ofrece en culto de su padre y fundador san Felipe Neri, con tabla de pláticas y índice copioso de doctrinas, y dictámenes de espíritu para su dirección que contiene este libro".

La impresión está realizada en el Real Convento de N. P. San Agustín de Córdoba, por Diego de Valverde y Leyva. No se manifiesta ninguna fecha, pero sí aparece manuscrita la de "1717", dos veces, en la carátula del ejemplar; año que se corresponde con el de las licencias otorgadas.

Los agustinos gozaron en la capital cordobesa de un reconocido prestigio, teniendo una gran proyección, en parte debido a la intensa labor pastoral desarrollada, especialmente en el campo de la predicación. Juan Aranda Doncel subraya, en un artículo en ABC, que "A lo largo de los siglos XVI al XVIII el convento de San Agustín se convierte en uno de los focos culturales más brillantes de la ciudad de la Mezquita. La importancia del fenómeno se puede calibrar a través de la imprenta instalada en las dependencias del cenobio, la modernidad de las enseñanzas de filosofía y teología impartidas a los profesos, la riqueza de los fondos librarios de la biblioteca en los que están bien representados los autores franceses y la renombrada capilla de música".

San Felipe Neri, llamado el apóstol de Roma (Florencia, 1515; Roma, 1595), fundador de la Congregación del Oratorio, que constituyó la proyección de su espiritualidad y su singular creación dentro de las distintas corrientes espirituales del Cinquecento italiano, es el modelo a seguir por los clérigos cordobeses de la comunidad, a quien piden protección y felicidad eterna. El primer texto lo pone de manifiesto:

"Al espejo de sacerdotes, ejemplar y maestro de todas las virtudes, venerable Jacob de innumerables espirituales hijos, grande en la santidad, insigne en la profecía, ángel en la pureza y fénix de amor divino San Felipe Neri, fundador de la Congregación del Oratorio: sus más humildes y gratos hijos congregantes de la de Córdoba. D. O. C. Santísimo y amantísimo nuevo fénix de la Iglesia, padre y protector nuestro". En este preliminar se añade que el M. R. P. Fray Alonso de Aguilar consagra, a través de su medio, la obra, que es fruto de su fervoroso estudio y aplicación, "suministrando abundante materia en un fácil método para la práctica de las espirituales exhortaciones y ejercicios que se observan en los oratorios de las Escuelas de Cristo. La obra de fray Alonso de Aguilar va dirigida, también, a la utilidad de dichos centros, cuyo autor (afirman) logró su adopción filial en la villa de Cabra, siendo repetidas veces Obediencia (hermano que preside la Santa Escuela)".

En el documento de aprobación de los padres maestros fray Luis de Cea, antiguo prior del Convento de San Agustín de Montilla (al presente del Real de Córdoba) y fray Cristóbal Jurado, prior que ha sido de dicho Convento de Montilla (los libros españoles de la época mostraban en sus páginas preliminares la licencia de publicación y, frecuentemente, una o más aprobaciones censorias), dicen haber visto el "segundo Cuatrimestre que saca a la pública luz y común utilidad el padre maestro fray Alonso de Aguilar, prior que ha sido de este Real Convento de San Agustín N. P. de Córdoba", confesando que la lectura de todo su contenido ha sido hecha no con la curiosidad de censores sino "con la aplicación y deseo de lograr sus provechosas utilidades", aclarando que el autor, como fiel, prudente y experimentado dispensador de la divina palabra, procede en la obra "con aquel magisterio que significó San Pablo cuando con ardiente celo enseñaba materias de espíritu a sus discípulos de Corinto".

Comentan los censores que con esta obra "se puede doctrinar, porque para todos estados son las máximas espirituales de este libro", considerando las hojas, "por la gravedad de sus palabras y sustancial de sus sentencias, eficaz saludable medicina para el remedio de las espirituales dolencias". Consideran el estilo de la narración serio, genuino y claro. Terminan su informe, fechado en Córdoba en abril de mi setecientos diecisiete, exteriorizando que "débese de justicia entregar a la prensa para el bien espiritual de las almas. Así lo sentimos en este Real Convento de San Agustín". Sigue la licencia de la orden a cargo del lector jubilado fray José de Cabrera, quien manda "en virtud de Santa Obediencia, que ninguno de nuestros inferiores lo impida". Está dada el cinco de mayo del año aludido anteriormente.

Hallamos a continuación, en estos preliminares, la aprobación del doctor Antonio Luis de Luque y Porras, capellán de su Majestad en su Real Capilla de la Santa Iglesia de Córdoba, y presbítero de la Congregación de San Felipe Neri de ella. Sobre la recepción de las PLÁTICAS DE OBEDIENCIA Y EJERCITANTES... agrega: "así que lo recibí, sabiendo su autor, tuve por muy cierto que en él tendría yo mucho que aprender y nada que censurar". Para el capellán, el cristiano encontrará en este breve volumen "las luces más claras para aborrecer los vicios, para librarle del infierno, para conseguir las virtudes admirable doctrina, para que encendido el espíritu en amor Divino aborrezca lo caduco y abrace lo eterno: que es el fin de los discípulos de Cristo, nuestro maestro".

El doctor Antonio Luis de Luque y Porras define, en su aprobación, lo que es la Santa Escuela de Cristo y vincula, dentro de sus capacidades, la labor a desarrollar con el texto de fray Alonso de Aguilar: "Una utilísima y santa congregación que nació del abrasado espíritu de mi padre San Felipe Neri para que los fieles cristianos en todos estados pudiesen con su santo Instituto alcanzar la perfección. Los sacerdotes que hacen el oficio de superior llamado Obediencia y ejercitan con sagradas espirituales doctrinas a los demás discípulos tienen el mayor pondus y trabajo, y este libro lo facilita todo de forma que en los más cortos pueblos aunque no haya más que uno o dos sacerdotes podrán lograr esta suerte feliz de tener Escuela de Cristo; y todos los fieles aunque no sean de esta Congregación leyendo y aprendiendo esta santa doctrina de Cristo serán sus discípulos y podrán alcanzar la perfección. Los párrocos y curas podrán con estos libros dar todo el año pasto espiritual a su rebaño".

Al final de la aprobación, el presbítero Antonio Luis de Luque y Porras hace un encendido elogio de fray Alonso de Aguilar a través del significado heráldico de su apellido: Águila, que transcribimos literalmente: "Se ha mostrado el autor en esta obra águila generosa, y le viene muy bien lo que dijo Moisés (cita en latín del Deuteronomio, 32. 11, que traducimos): Como un águila incita a su nidada, / revolotea sobre sus polluelos, / así él despliega sus alas y lo toma, / y lo lleva sobre su plumaje. Águila en contemplar con su espíritu de hito en hito al Sol de justicia Cristo, de quien ha bebido las luces de tan soberana doctrina, en que se ha remontado hasta los cielos extendiendo las alas de su caridad y sabiduría: como águila ha enseñado y provocado a volar así a los sacerdotes, como a todos los fieles y sus hijos espirituales para que miren continuamente por la oración y presencia de Dios, el verdadero Sol Divino".

Prosigue sus elogios comparativos con estas frases: "Como águila arrimando sus hombros al trabajo y sudor estudioso de este libro lleva en ellos al cielo al pueblo cristiano y van las almas a la gloria con tanta facilidad y deseando como en hombros ajenos. Y como dice el Pictaviense pone el águila en el nido dos piedras preciosas llamadas etites para preservar los polluelos de veneno, en este libro pone su autor a los fieles dos preciosas margaritas de amor a Dios y del próximo para preservarlos de todo veneno de culpa. Y finalmente, haciendo oficio de sembrador de tan electa semilla y en tan buena tierra como la Santa Escuela de Cristo".

La proposición final de censura es que "no conteniendo este libro nada contrario a nuestra Santa Fe y buenas costumbres, antes sí muy saludables doctrinas para vencer los vicios, lograr las virtudes y la salvación, será muy útil su impresión, así lo siento...". La licencia del ordinario está dada por el provisor y vicario general de la ciudad Manuel González Benito, quien incide en los comentarios anteriores sobre el contenido, que "no tiene cosa alguna que desdiga de N. S. Fe católica y buenas costumbres: damos licencia por lo que a nos toca para que se pueda dar y dé a la estampa". Está fechada en Córdoba, el doce de mayo de mil setecientos diecisiete.

Los enunciados que encontramos en la estructura del volumen son los siguientes: Cuatrimestre de mayo, plática para la obediencia al tiempo de su elección; Plática de obediencia para la dominica segunda después de Resurrección, jaculatorias para la oración y actos de dolor para después de ella; Para la dominica tercera después de Resurrección, jaculatorias para la oración y actos de dolor para concluirla; Para la dominica cuarta después de Resurrección, jaculatorias y actos; Para el día de la Ascensión de N. D. M. Jesús, jaculatorias y actos; Para la dominica infraoctava de la Ascensión, jaculatorias y actos; Día de nuestro padre San Felipe Neri antes de la comunión general dirá el Obediencia; Día primero de Pascua de el Espíritu Santo a la comunión genera el Obediencia; Para la Pascua del Espíritu Santo, jaculatorias y actos; Para el día de el Corpus, jaculatorias y actos de veneración; Para la dominica infraoctava de el Corpus, jaculatorias para la oración y actos de dolor para el fin de ella; Para la dominica tercera después del Espíritu Santo, jaculatorias y actos de dolor: Para la dominica cuarta después de el Espíritu Santo, jaculatorias y actos de dolor; Para la dominica quinta después de el Espíritu Santo, jaculatorias y actos de dolor; Para la dominica sexta después de el Espíritu Santo, jaculatorias y actos de dolor; Para la dominica séptima después de el Espíritu Santo, jaculatorias y actos de dolor; Para la dominica octava después de el Espíritu Santo, jaculatorias y actos de dolor; Para la dominica nona después de el Espíritu Santo, jaculatorias y actos de dolor; Para el domingo diez después de el Espíritu Santo, jaculatorias y actos de dolor; Para el domingo once después de el Espíritu santo, jaculatorias y actos de dolor; Plática de obediencia para la comunión general y ejercicio de muerte día antes de la elección de Obediencia; Para la dominica doce después de el Espíritu Santo, jaculatorias y actos de dolor.

Finaliza el recorrido espiritual con una tabla de pláticas de obediencia y ejercitantes que contiene este cuatrimestre segundo y un índice de los dictámenes de espíritu y doctrinas para sus mejoras. Indican en los mismos el folio y línea donde se localizan.

El ejemplar ofrece otra huella manuscrita, además de la mencionada de la fecha (1717) en la portada. En una de las hojas de cortesía podemos leer: "Este libro es de Dn Diego Sánchez Córdoba, presbítero". Sabemos que el ejemplar lo donó al fondo bibliográfico Manuel Vargas y Alcalde, un ilustre mecenas de la Fundación Aguilar y Eslava.

BIBLIOTECA HISTÓRICA AGUILAR Y ESLAVA
Libro de la Semana:

Aguilar, Alonso de (O.S.A.)

Platicas de obediencia, y exercitantes de la Santa Escuela de Christo ... que fundo el P. San Phelipe Neri para el quadrimeste [sic], que comienza por el mes de mayo ... de el año de 1715 / ofrecelas al bien de las almas ... Fr. Alonso de Aguilar.-- [Córdoba] : impresso en el Real Conv. de N.P.S. August. de Cordova, por Diego de Valverde y Leyva, [s.a.]

[12], 208 [i.e. 209], [9] p. ; 20,00 x 15,00 cm
Preliminares fechados en 1717.
Error de pag., repite la p. 53.
Manuscrito en portada: "1717 - 1717"
Ms. en hoja de guarda:
"Este libro es de Dn Diego Sánchez Córdoba, presbítero".
Enc. perg.

Materia/género: Ejercicios Espirituales.
Otros responsables: Valverde y Leyva, Diego, imp.
Real Convento de San Agustín (Córdoba)

Lugar: España ? Córdoba

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