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Memorable Concierto de la Orquesta de Cuerda del Centro Filarmónico Egabrense el pasado 21 de marzo
23.03.15 - Escrito por: Rafael Nieto López
 Las Noches Filarmónicas del Centro Filarmónico Egabrense ofrecieron el pasado 21 de marzo un memorable Concierto de "Marchas Procesionales en homenaje a la Semana Santa Egabrense y a sus Cofrades", interpretado por la Orquesta de Cuerda de la centenaria institución musical de Cabra, Centro Filarmónico Egabrense, que bajo la meticulosa batuta de su Director Artístico Manuel Aguilar Aranda, realizó una exhibición de conocidas marchas de procesión, clásicas de la Semana Santa Egabrense y otras, con diversos arreglos (A. Moral Jurado, S. Valero...) para este tipo de orquesta, en las que la sutileza fue la tónica, de unas composiciones que estamos acostumbrados a escucharlas por bandas de música, bien en conciertos o bien tras los "pasos" de Semana Santa en las procesiones y no como fueron interpretadas esa noche (21:00 horas) por una orquesta, con lleno total en su Salón de Conciertos, en un programa que el público definió como delicioso.
El Presidente del C.F.E. Eustasio Moreno Rodríguez presentó el Concierto y a la Orquesta de Cuerda, remozada con una Sección de Percusión, diciendo que era la primera vez en su historia que la institución interpretaba esta música y esperaba que fuera del agrado de los presentes.
El programa se titulaba "Pasión Filarmónica" que correspondía a dos sentidos: La Pasión de Cristo en la música popular de las Marchas Procesionales y la "pasión" con que fueron interpretados los pentagramas de las bellísimas composiciones que lo formaban, que dio lugar a una noche inolvidable. Estas obras son para ser escuchadas en la calle pero adquieren una sensibilidad especial al ser interpretadas por la cuerda, dijo el director Manuel Aguilar.
Abrió "La Cruz Parroquial" del egabrense José López Cordón, conocido y tradicional pasacalle, que se oye en todos de los desfiles procesionales de Cabra, ofreciendo la orquesta una versión delicada que fue la seña de esta ejecución.
El concertino de la orquesta, el ya famoso violinista egabrense, Carlos Rafael Martínez Arroyo, que cumplía 16 años (está haciendo actualmente una "tournée" por Extremadura, con éxito total, como solista con la Orquesta OSCAM, de los conservatorios extremeños), hizo una exhibición en el concierto dando unas pinceladas preciosas a diversas marchas, que el público escuchó con admiración y disfrute, oyendo a su paisano actuar con su gran maestría.
El chelista Antonio Peña Ruiz, no le quedó a la zaga y mostró también su buen hacer y perfección interpretativa en determinadas partes del concierto, sacándole un bello sonido a su instrumento.
Un lujo fue la participación de ambos artistas, pues dotaron de una gran belleza a las obras en que tenían papeles como solistas.
La sección de percusión, en su debut con la orquesta, también tuvo una actuación brillante.
Siguió "Jesús de las Penas", marcha fúnebre (1943) del sevillano Antonio Pantión Pérez (1898-1974), que fue catedrático de Piano del Conservatorio Superior de Música de Sevilla y discípulo de Joaquín Turina. Es una de las más características de la Semana Santa hispalense, con un 1er. tiempo de sobriedad y recogimiento y un 2º con una melodía más dulce y esperanzadora.
"Virgen de la Paz" (1970) de Pedro Morales Muñoz, natural de Lopera (Jaén (1923-) quien fuera director de la emblemática Banda del Regimiento "Soria" 9, que le antecedió en el cargo otro famoso compositor de marchas procesionales, Pedro Gámez Laserna y le sucedió Abel Moreno Gómez, hechos de la misma pasta. ¡Cuánta historia! Pedro Morales tiene una producción musical extensa, entre ella la música cofrade. Es una marcha muy melódica, alegre y el chelo hizo un precioso solo con los laúdes.
Y llegó "Virgen de Piedra" (1963) del egabrense José Rodríguez López (1913-1995), buena marcha fúnebre grandiosa y solemne para una cofradía lucentina de igual nombre, que Pepe Rodríguez dedicó en su día al pianista y compositor de Lucena, Antonio Villa Álvarez de Sotomayor y esposa, sus amigos íntimos, que ostentaban por aquella fecha la titularidad de Hermanos Mayores de la Cofradía de esa imagen, que custodiaban en su domicilio particular. El violín solista tiene un precioso solo.
Otra marcha fúnebre, quizá la más conocida del Maestro José Rodríguez fuera de las fronteras de Cabra, pues se interpreta en diferentes localidades y por distintas bandas de música, es la "Martirio" (1969) compuesta con ocasión de un fatal accidente de automóvil que tuviera un hermano del compositor, Vicente. Tiene buena factura y en este concierto el chelo se lució en un pasaje escrito para él en el arreglo.
El director de la Orquesta, Manuel Aguilar Aranda, además de un buen pintor es también un compositor que hace cosas interesantes. En esta ocasión presentó su ya conocida y melodiosa "Reina del Santísimo Rosario" (1993), que dedicó a la Virgen del Rosario de la Hermandad del Calvario de Cabra y que es muy del agrado del público cuando se interpreta la noche del Lunes Santo tras el paso de palio (últimamente lo viene haciendo la Banda Sinfónica de Ogíjares). También se oyó una vez más a Carlos Martínez en un solo de violín. Saludó el compositor y director tras la exposición de su bella obra y recibió bravos y muchos aplausos.
A continuación de la "Reina del Stmo. Rosario" hubo unas palabras del Bandurria 1º solista, José Julio Mesa, para presentar a los nuevos componentes incorporados a la orquesta, como la Sesión de Percusión formada por la Caja de Cristian Quero Mesa (sobrino suyo), los Platos de Enrique Navas Tienda y el Bombo, del pequeño estudiante de piano, Francisco José Olmo Morales (hijo del guitarra Francisco Olmo Osuna), las bandurrias de dos antiguos miembros de la orquesta, que retornan a la misma, Juan Carlos Barranco Hurtado y Juan Jesús Moral Quero y la colaboración de José Galisteo Martínez, perteneciente a la Camerata "Ipagro" de Aguilar de la Frontera, como guitarrista.
Expectación con "La Madrugá" (1987) de Abel Moreno Gómez, onubense nacido en 1944, que perteneció a la Banda "Soria" 9 y actualmente es Tte. Coronel de la "Inmemorial del Rey" de Madrid. Su música se caracteriza por ser sencilla, agradable al oído y de escasa dificultad de interpretación para cualquier agrupación. Fue deliciosa la intervención del violín concertino y la ejecución del conjunto orquestal. Manolo Aranda seguía llevando a sus músicos con gran calidad, no se le iba una. Estrépito de palmas y bravos fue lo que cosechó esta interpretación.
Después "La Estrella Sublime" (1925) de Manuel López Farfán (1872-1944) sevillano nacido en el Barrio de San Bernardo (el de los toreros). Este compositor tiene otra marcha muy alegre y popular, "Pasan los Campanilleros" y esta "Estrella Sublime" que es triunfal y melancólica fue otra exhibición deliciosa de la orquesta de cuerda del C.F.E.
"Virgen del Valle" (1897) de Vicente Gómez-Zarzuela (1870-1956) es una marcha lenta muy melódica, una de las más conocidas de este otro sevillano (que sólo hizo dos), aunque se le conoce más por las obras religiosas que compuso. Espléndida exposición.
Otra belleza de marcha "Nuestro Padre Jesús" (1935) de Emilio Cebrián Ruiz (1900-1943) toledano de nacimiento que se afincó en Jaén, donde fue director de la Banda Municipal y compuso esta marcha para el Nazareno ("El abuelo") y el Himno a Jaén. Se considera una de las marchas más universales de España, por lo que se interpreta en toda la geografía nacional. Está escrita sobre motivos populares andaluces incluido el Himno de Jaén del mismo compositor. El chelo hizo un canto con el violín en un diálogo precioso y el violín tuvo un solo espectacular.
Y por último "Cofradías Egabrenses", el conocidísimo pasacalle de Francisco Moral León, fundador del C.F.E. (1879-1959). Este compositor egabrense tiene entre sus obras religiosas la "Oración a María" que es quizá la más bella composición nacida en Cabra.
Fue un concierto triunfal, pues tanto los solistas como la orquesta en "una noche de gracia" realizaron una exhibición en su actuación, ya que el concierto había sido preparado minuciosamente por el buen director Manuel Aguilar, quien recogió los frutos de su trabajo en forma de grandes aplausos y bravos.¡Enhorabuena Manolo! Tuvo que levantar la orquesta varias veces, para saludar, ante los insistentes aplausos.
Hubo un bis de una marcha egabrense, la famosa "Martirio" de José Rodríguez.
Atalaya TV filmó el evento, por lo que se podrá disfrutar de él, por quienes no accedieron al Salón de Conciertos del Filarmónico.
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