|
|
|
|
|
La campaña informativa contará con carteles e infografías que serán repartidas en los distintos centros educativos, así como en el Centro de Servicios Sociales, Centro de Salud y Casa de la Juventud.
La ludopatía está considerada un problema psicológico que afecta diversos aspectos de la vida personal, familiar, laboral, social y económica de las personas que la padecen. Con frecuencia un familiar o las personas más cercanas van detectando los cambios en su estado de ánimo (irritabilidad, mal humor, poca tolerancia, preocupación intensa, ansiedad, insomnio, etc.).
Por ello, y con el objetivo de concienciar a los padres y madres del importante e imprescindible papel que deben desempeñar como supervisores de sus hijos y convertirse en su modelo a seguir, se va a enviar una infografía a todas las AMPAS de nuestra ciudad para que en los centros escolares puedan contar con una herramienta para ayudar a identificar señales de alerta y así detectar si sus hijos tienen alguna adicción al juego.
JUEGO PATOLÓGICO
Existe un gran número de personas para las que jugar es el centro de sus vidas, fracasando, al menos aparentemente, en todos los intentos de resistir el impulso de hacerlo. Como consecuencia de ello, se dañan seriamente sus relaciones familiares, laborales, personales y de cualquier otro tipo. Estas personas "padecen" o al menos se ha conceptualizado como tal, una enfermedad psicológica denominada juego patológico o compulsivo y se les conoce como ludópatas.
Hasta 1975 no se empieza a estudiar la ludopatía como enfermedad, y en 1979, Morán la define como Juego Patológico. Su reconocimiento oficial se produce en 1980, cuando la Asociación de Psiquiatría Americana, en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) lo incluye en una de sus categorías (APA, 1980).
La consideración de cuando se padece un problema de juego patológico se basa en una serie de criterios psiquiátricos diagnósticos, que han evolucionado con el tiempo, comenzando con los del DSM-III (APA 1984) para juego patológico. Este problema se sitúa en el apartado de trastornos del control de impulsos no clasificados en otros apartados, junto con problemas como la cleptomanía, el trastorno explosivo intermitente, la piromanía, y la tricotilomanía. Es una clasificación diagnóstica residual, una especie de cajón de sastre, para aquellos trastornos del control de los impulsos que no se han clasificado en otras categorías.
|
|
|
|
|
|