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1920 fue un año en el que hubo elecciones municipales y a primeros de abril había tomado posesión de la alcaldía don Luis de la Iglesia y Varo. Fue también el año en que se puso en marcha la red de teléfono urbano, con ciento sesenta y cuatro abonados. Y entre los acontecimientos que podemos destacar figura el inicio de la actividad - de manera provisional todavía - de las Escuelas del Avemaría, por iniciativa de los curas de Santo Domingo, Antonio Povedano Roldán, con la ayuda de Pedro Pedrosa y Trinidad de la Iglesia.
La Opinión se publicaba los domingos. En el número 437 del 15 de agosto de 1920, nos encontramos en la portada con una colaboración sobre el establecimiento de Beneficencia particular que se había ubicado a mediados del siglo XIX en el antiguo convento de Santo Domingo. Se destaca la caridad cristiana y en dos columnas habla también del Asilo, de las Hermanas de la Caridad o de los Hospitalarios de San Juan de Dios.
Una semblanza a don Juan Soca ocupa el resto de la portada en la primera plana del periódico que, además de la fecha, año y número, en su cabecera destacaba el nombre - La Opinión - y a modo de apellido Semanario independiente defensor de los intereses de Cabra y su partido. Los precios de suscripción, 0,50 pesetas al mes en Cabra y fuera 2 pesetas al trimestre, 3,50 pesetas al semestre o 6 pesetas al año; el domicilio de la Redacción, Administración e Imprenta, calle Juan Ulloa, 44 y la indicación "No se devuelven los originales", conformaban la tarjeta de presentación de nuestro periódico.
Pocas veces vemos fotografías en los números semanales pero en esta ocasión en un recuadro en portada se publicó una de V. Ruiz con un grupo de ocho chicas que habían participado en una fiesta benéfica para el Asilo cuya crónica se había insertado en el número anterior. El "manojito de capullitos" lo componían Merceditas García, Pili Albornoz, Mariquita Espinar, Angelita Pérez Valdevira, Pura García-Valdecasas, Afriquita Moreno, Manolita Ruiz y Soldaita Redondo. Una semblanza a Soca que reproducimos aparte, completa esta primera plana.
Como era habitual en las ediciones de la época, la última página se dedica íntegramente a la publicidad con la característica condensación de anuncios en la última carilla. Algunos estudios señalan que "predominan los anuncios de remedios curativos y los de productos de belleza, compañías de seguros y navegación, y artículos alimenticios", (García Ruescas, 1971), comenzando a incluir, poco a poco, dibujos que ayudaban a comprender el mensaje. Los almacenes de Carlos Berral en la calle Alonso Uclés, la fábrica de anisados Villanueva de la familia Ruiz y Solís, los sombreros de lujo de Joaquín García, la madera de chopo de Pinos Puente que vendía en Cabra Juan Ruiz Bermejo (el conocido almacén de "Juanito Ruiz"), el Café "La Perla" de Francisco Fernánde Pino destacando la venta de vinos de Carbonell, Solera Paquito o los anises Pretel y el café de Puerto Rico que se podía degustar en la calle Juan Ulloa 59 y cuyo establecimiento tenía el número 5 de teléfono. Un anuncio de La Opinión, seguramente llenando un hueco no contratado y el habitual por aquellos años de la fundición de campanas de Vicente Rosas Soler e hijos, de Torredonjimeno completan la sección publicitaria que suponía el 25% del periódico.
En las páginas interiores podemos leer la respuesta de Soca a la semblanza que le trazaba Baldomero Montoya desde Madrid. También una reseña sobre la romería de Zapateros y de la Banda de Música de Cabra al Santuario, que tuvo lugar el 7 de julio de 1920, destacando el redactor el "carácter popular y extraordinario" de la celebración, "porque aquel día subió por primera vez a los sagrados riscos la banda de música con las esposas e hijos de los zapateros".
El cronista no duda en afirmar que "fue una romería colosal y de gran resonancia para la fe, cuyas llamas avivaban los acordes musicales en las bóvedas del templo del Santuario y sobre todo, al entonar las coplas de la novena los músicos de la banda". Se publica también la relación de donativos que se dieron en la peregrinación para contribuir con "cinco losas destinadas a embellecer el patio del santuario".
Precisamente sobre esta Obra Popular, como se vino llamando al proyecto de mejora que durante aquellos años promovía la Archicofradía de la Patrona, la sección destinada al Santuario de la Sierra recoge con detalle un interesante texto que hemos reproducido en La Opinión Cofrade
Una columna sobre el Sindicato Agrícola Católico y la cuestación para su bandera, y la columna y media de las Gacetillas, noticias cortas sobre vida social, anuncios breves, obituario, etc. completan estas cuatro planas de La Opinión en aquel 15 de agosto de hace 100 años que hoy hemos querido compartir en esta edición digital de La Opinión de Cabra.
¡Disfrútenlo!
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