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El documento ha sido encontrado entre diverso material llegado desde Buitrago de Lozoya (Madrid) a Málaga, para formar parte de una exposición que puede verse actualmente en la Fundación Picasso Málaga. La exposición - Exilio y nostalgia. Dibujos inéditos y libros ilustrados de Picasso en la colección de la familia Arias - presenta en torno a un centenar de dibujos que a día de hoy permanecen inéditos en su práctica totalidad. Son el testimonio de la amistad que unió a Picasso con Eugenio Arias, peluquero en Vallauris, exiliado como él, comprometido con el destino de su añorada España y amante de sus costumbres y tradiciones, como los toros y el flamenco. Forman parte de la colección que la familia Arias aún conserva y ha cedido en depósito temporal a la Fundación Picasso, Museo Casa Natal.
Los trabajos de catalogación e inventario de varios de estos documentos han sacado a la luz datos inéditos sobre el pintor malagueño. Entre ellos ha aparecido una carta dirigida al artista almeriense Ginés Parra (José Antonio Ramón Parra Menchón) con el que trabó amistad en París y con el que expuso en 1959 en la galería parisina Trouche. Otro de los escritos se dirige al barbero de Picasso, natural de Buitrago de Lozoya en el que el pintor le explica que realizó la escultura La Cabra, en recuerdo de la ciudad natal de su bisabuela.
Según algunos biógrafos de ambos amigos, Picasso solo aceptaba críticas adversas de su obra por parte de su barbero y en alguna ocasión Eugenio Arias llegó a decir a Picasso sobre algunos de sus trabajos: "Eso son mamarrachadas". En el escrito, que Picasso dedica "a mi amigo Arias" hay también una especie de boceto a lápiz y unas líneas en las que Pablo Ruíz Picasso dice que realizó su famosa escultura "La cabra" en recuerdo y homenaje a la ciudad natal de su bisabuela, María Guardeño.
Su madre, María Picasso López, le había contado sus orígenes. Ella era de origen genovés por la rama paterna, mientras la materna procedía de una oscura familia malagueña ocupada en el oficio de la construcción de toneles en el barrio malagueño de El Perchel. El abuelo de ella, Tommaso Picasso (Sori (Génova), 1787-Málaga, 1851) se había casado en 1810, casi recién llegado a Málaga, con la joven María Luisa Guardeño (Cabra 1798-Málaga 1869), dándole ésta seis hijos, entre ellos a Juan Bautista (padre del conocido general Juan Picasso, quien en 1921 realizó el expediente destinado a depurar las responsabilidades por el desastre de Annual) y a Francisco Picasso Guardeño (Málaga, 1825-Cienfuegos (Cuba), 1888), abuelo materno del pintor. También por parte paterna tuvo Picasso familiares cordobeses pues su abuelo Diego Ruiz Almoguera, había nacido en Córdoba en 1799.
Como podemos leer en la página del Museo Picasso de Málaga, "A Picasso le encantaban toda clase de animales. Su peculiar bestiario estaba formado por aves -palomas, gallos y búhos- así como por perros, gatos, toros, caballos y cabras que aparecen reiteradamente en sus obras. También sometió a estas criaturas a continuas metamorfosis atribuyéndoles valores simbólicos". Brassaï, en su obra "Conversaciones con Picasso" de 2002, decía que "Picasso, que puede amar o aborrecer a los hombres, adora a todos los animales [...]. En Vallauris (la ciudad donde vivieron Arias y Picasso) tenía una cabra; en Cannes, un mono. En cuanto a perros, ni un día ha estado sin su compañía. [...] Si dependiera sólo de él, estaría rodeado siempre de una verdadera arca de Noé".
En una exposición sobre su escultura que se realizó en el MoMa de Nueva York y en la que se pudieron ver 150 esculturas, entre ellas la de la cabra, sus comisarias Ann Temkin y Anne Umland señalaban que "salvo en momentos puntuales, no dejaba que sus esculturas salieran de sus estudios o sus casas. Eran profundamente personales".
Aunque hasta ahora no se han hecho públicos más datos sobre el documento de Picasso a Arias, todo apunta que vendría a confirmar su pasión por los animales, el apego que tenía con sus esculturas, de las que no quería desprenderse, y además, explicaría uno de los objetivos de esta famosa Cabra del genial Picasso: dedicarla a su bisabuela María Guardeño y al pueblo en que ella nació, Cabra.
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