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Tres jornadas han bastado para demostrar que la fe de nuestras hermandades y cofradías sigue firme incluso cuando el cielo amenaza con deslucir sus anheladas estaciones de penitencia. Desde un radiante Domingo de Ramos hasta un Martes Santo lleno de una incertidumbre superada, hemos asistido a momentos que quedarán para la historia, estampas irrepetibles y decisiones valientes.
La jornada del Domingo de Ramos fue, sencillamente, esplendorosa. El sol, acompañado de alguna nube, estuvo presente desde primera hora de la mañana. La Hermandad de la Pollinita, firmó una página inédita en su historia al pasar por primera vez por Santa Lucía, ofreciendo una nueva estampa para el imaginario cofrade egabrense.
También fue histórica la salida de la Hermandad del Huerto, que por primera vez en Semana Santa realizó su estación de penitencia saliendo desde el oratorio de la Purísima y, como hito añadido, portando los costaleros el paso a costal. Como hecho reseñable, cabe resaltar el transcurrir de dicha Hermandad por la calle La Cruz y Pepita Jiménez, algo inédito que se nos quedará marcado en la retina durante un tiempo debido al ambiente de recogimiento y solemnidad que allí se palpaba.
La Hermandad del Lavatorio nos regaló otra estampa para el recuerdo, como fue la salida del señor de la Humildad a las 17.30h, algo singular en el Domingo de Ramos egabrense. Además, en este 2025, se cumplen 17 años del acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores de Campillos a esta hermandad franciscana.
Por su parte, la Hermandad de la Misericordia sorprendió con el estreno de una elegante túnica de sarga blanca para la imagen de San Juan Evangelista, donada por el mayordomo Francisco Gómez. Además, justo en la salida, pudimos escuchar la nueva pieza musical "Tu Dulce Nombre, Misericordia", compuesta y donada por Iván Gómez, engrandeciendo de esta manera el patrimonio musical de la hermandad.
Al ser la primera vez en la historia que el Domingo de Ramos egabrense disponía de dichos itinerarios, hubo algunas hermandades que quizá estuvieron detenidas demasiado tiempo en el mismo punto, algo a mejorar de cara a años venideros.
El Lunes Santo amaneció con la amenaza latente de la lluvia. La hermandad del Calvario y del Rosario optó por adelantar unos minutos su salida debido a las previsiones desfavorables conforme nos acercásemos a la medianoche. Además, la cofradía acortó su itinerario buscando el camino más rápido para efectuar su entrada en carrera oficial.
Una decisión acertada, que bajo la mirada de cientos de devotos que se agolparon en la calle Martín Belda, pudimos disfrutar de nuevo del palio de Nuestra Señora del Rosario acompañado, por primera vez en más de 30 años, por los sones de la Banda de Música de Cabra, dirigida con maestría por Miguel López León. Su interpretación fue soberbia y sorprendió gratamente a aquellas personas no habituadas a escuchar los compases de la banda egabrense, a los que tenemos la oportunidad de escucharlos con más asiduidad, para nada fue una sorpresa.
Sin embargo, la lluvia terminó por hacer acto de presencia y la Hermandad de la Sangre, cuando sus tambores enlutados ya se encontraban en el corazón del antiguo barrio del Cerro, tuvo que retornar a la parroquia de la Asunción y Ángeles, donde en su interior se rezaron las once estaciones del Vía Crucis que no pudieron completarse en la calle. Cabe destacar la ejemplar organización del cortejo una vez fue sorprendido por la lluvia.
«Son de abril las aguas mil. Sopla viento achubascado, y entre nublado y nublado hay trozos de cielo añil», rimó Machado, quizá un Martes Santo desangelado y frío como el que vivimos ayer. Las expectativas a primera hora de la tarde eran poco alentadoras, sin embargo, cuando parecía que la suspensión era inevitable, un resquicio entre frentes dejó a Cabra en una suerte de pasillo meteorológico. Quizá fue la providencia, quizá fue D. Francisco Ramírez Chamizo desde su balcón del cielo, quizá fue nuestra patrona que le da nombre a la barriada. Fuera lo que fuese, la Hermandad de la Sentencia y Paz emprendió su largo camino hasta la Parroquia de la Asunción y Ángeles. La valentía de su junta de gobierno fue recompensada: apenas unas gotas breves cayeron a la altura del polideportivo, pudiendo disfrutar de manera óptima del transcurrir de la Sentencia y Paz por las calles de Cabra.
A pesar de la inestabilidad meteorológica, el transcurso de esta primera parte de Semana Santa ha sido notable. Todas las hermandades han podido realizar su salida, algunas acortando recorridos, otras regresando antes de lo previsto, pero todas dejando testimonio de su compromiso con la tradición y el sentimiento cofrade de Cabra.
Según la Agencia Estatal de Meteorología, la segunda mitad de esta Semana Santa promete mayor estabilidad. No obstante, en esta estación de contrastes donde el sol y la lluvia cohabitan con capricho, solo queda seguir mirando al cielo y confiar en que lo mejor aún está por llegar.
Hoy, Miércoles Santo, los ojos ya están puestos en la Hermandad de los Estudiantes, que tiene prevista su salida desde Capuchinos a las 19:20h, y en la Hermandad de las Necesidades, que partirá desde el templo dominico a las 19:45h. La esperanza, como cada año, sigue intacta.
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